Fieles lectoras

sábado, 25 de junio de 2011

Naufragio hacia el amor

Queria recordarles que este fic no es mio,si no de Gris.
Y ahora les dejo el capitulo tres,espero lo disfruten.

Despertar
Ed Pov
Me dirigí hacia la orilla, tratando de lidiar con mis turbulentas emociones, ella tocó suavemente mi hombro pero yo no estaba de humor para gestos condescendientes-voy a matarla- zafándome violentamente –lo haré, sea lo que sea que me lo haya impedido, no tiene ninguna importancia para mí –dije tratando de convencerla …y convencerme-no fue más que un momento de sorpresa ya que nunca me enfrente a una esencia tan exquisita como esa, un mínimo momento de duda-o de debilidad? no, nadie podría decir que soy débil, sólo debo estar abrumado, a pesar de haber bebido de un par de humanos en Río nunca antes sentí la necesidad de matar ni la sed que siento ahora, su sangre canta para mí, me enloquece, me nubla la razón, quiero saciarme de ella, como nunca quise algo mas en mi vida.
-no Edward no lo hagas, por favor, ella y seremos las mejores amigas, lo he visto, no la mates, hazlo por mí-rogó con la ansiedad pintada en el rostro interrumpiendo mis cavilaciones-ella sería genial para ayudarme con mis diseños-agregó mientras la imaginaba como si fuera un maniquí al que podría vestir y desvestir a su antojo-y sabes algo? Yo la vi primero, así que técnicamente es mía-
Concluyó provocándome
-la viste en tu visión y hace diez años, eso no cuenta, Alice-
Nuestra charla fue interrumpida por el sonido de un sutil cambio en la cadencia de la respiración de la muchacha que yacía en la playa, inspiraba y espiraba agitadamente al mismo tiempo que se aceleraban los latidos de su corazón, la ponzoña inundó mi boca una vez más
-se despertará pronto, en tres minutos exactamente- dijo con los ojos cerrados, los entreabrió para decirme –si lo vas a hacer hazlo ahora- con un tono desafiante
-lo haré cuando a mi me plazca, ya deja de darme órdenes, te lo advierto-gruñí-puedes jugar a la Barbie si quieres por un par de días, me instalaré en la casita de pesca, pero cuando vuelva por la criatura no te quiero en mi camino, me has entendido?-exploté al mismo que me preguntaba por qué no lo hacía ahora mismo, pero esa era una pregunta para la que no tenía respuesta...aún
-es una chica, porque le dices criatura?- preguntó ignorando mi explosión
-porque solo eso es para mí, una de las tantas criaturas que llegan hasta mi solo para satisfacer mi sed, -agregué con una sonrisa cruel
Me retiré, convencido de no estar presente cuando mi alimento despertara , no soportaría su presencia, estaba seguro de eso, debía irme de inmediato, no estaba seguro de poder controlarme ahora mismo, para poder disfrutar de su apetitosa sangre me daría el tiempo necesario, ella no iría a ningún lado.
Así fue que termine en la copa de un árbol para verlo todo, ridículo en verdad ya que no me interesaba.
Alice se acercó grácilmente con su andar de bailarina y se arrodilló frente a la chica, era una suerte que ella no brillara como el resto de los vampiros normales, "como yo", según la teoría de Carslile la dieta de tipo "vegetariana" que llevan es la razón por la cual carecían del diamantino fulgor.
La veía claramente a través de Alice, sus globos oculares se agitaban bajo los finos párpados, batiendo las rizadas y espesas pestañas, su cuerpo se agitó y un breve gemido escapo de sus labios rosados y plenos, abruptamente abrió los ojos, eran brillantes, oscuros, de un marrón chocolate que nunca había visto antes, profundos pozos que me invitaban a sumergirme en ellos para descubrir sus misterios, sentí en ese momento que mi cuerpo traicionero me gritaba, me exigía que fuera corriendo junto a ella, era como la atracción de un imán poderoso, tuve que concentrarme al máximo para permanecer donde estaba, debía ser el llamado de su sangre, sí, eso, solo eso.
-Hola, bienvenida- la saludó Alice con una sonrisa exultante de felicidad
-Ho, hola-tartamudeó la joven, su voz ronca provocó un impacto directo al sitio vacío donde alguna vez tuve un corazón, seguido inmediatamente por un estremecimiento en cada célula de mi cuerpo. Quedé helado, impresionado, devastado por el efecto de esa suave voz en mí
-donde estoy? preguntó poniéndose de pie, su rostro mostrando confusión
-estás en la isla Esme, llegaste aquí aferrada a tu tabla de salvación, literalmente- agregó aplaudiendo felíz, en qué diablos estaría pensando Alice para mostrarse tan contenta?, no se daba cuenta de lo frágil que parecía esa niña y del trauma que había pasado hace apenas unos minutos?
Ansié en ese momento que lo primero que hubieran visto esas maravillosas orbes fueran a mí, tuve la urgente necesidad de confortarla y consolarla, que por supuesto suprimí con férrea disciplina, no era normal en mí sentir algo así, jamás en mis 109 años sentí algo así. Estoy en problemas.
lo siento, a veces me dejo llevar por la emoción, recuerdas que te paso verdad?, sin darle siquiera la oportunidad de contestar continuó, - a propósito soy Alice y esta isla es de mi madre.gracias Alice pero antes debo saber si…alguien más…-fruncí el ceño ante el nudo que se formo en mi estómago, la angustia me impidió terminar de formular la preguntano te preocupes, solo estaba diciéndote que puedes elegir la habitación que tú quieras para darte un baño y descansar, incluso la mía, mi familia vendrá en un par de semanas, así que….
-si no te importa me gustaría quedarme aquí, tu habitación es tan bella y delicada y yo soy tan… torpe, no quisiera arruinar nada, además esta me fascina
-ah, sí?- preguntó con una sonrisa enigmática-y por qué será?-
-no lo sé, pero siento que pertenezco aquí…perdona Alice ya no sé ni lo que digo, mejor me doy la ducha que sugeriste- debía despejar mi mente , ya estaba diciendo bobadas.
-perfecto Bella, dúchate tranquila, iré a prepararte un jugo de frutas, te espero en la cocina, a propósito, sobre el sofá te dejaré unas prendas para ti, ponte lo que quieras- se alejó bailando y cantando feliz, que rara era, pero le estaría eternamente agradecida.
Cuando salí del baño estaba esmerándome sobré el sofá una cantidad de ropa que solo había visto en una tienda, era totalmente innecesario que ella se molestara de esa forma, con un suspiro me adelante y tome unos shorts que parecían de mi tamaño, tal vez un poco más pequeños, pero antes de ponérmelos rebusque entre la pila y si, ahí estaban pero Dios Mío, jamás había visto unos conjuntos de ropa interior tan diminutos, la frase hilo dental vino a mi mente, no se por qué, en fin , no estaba en situación de hacerme la exigente, así que tome uno de ellos y me lo puse, cuando termine con los shorts, mínimos también, me sentí demasiado desnuda, así que tomé una camisa a cuadros azules y celeste grisáceos que estaba en el respaldo de una silla frente al antiguo escritorio y me la puse, era bastante más grande que las otras prendas así que la anude a un costado de mi cintura y arremangué las mangas, el aroma que desprendía esa prenda era el mismo que inundaba la habitación. Sonreí, definitivamente fue la elección correcta.
Sintiéndome mucho mejor, me dirigí hacia la cocina para hablar con Alice, le contaría la verdad, se lo debía, ella estaba recostada en el marco de la puerta con gran vaso de jugo de naranjas en la mano, me lo ofreció nuevamente con una de sus habituales sonrisas magnificas –Alice, es hora de contarte lo ocurrido-
-ya lo sé Bella, solo déjame decirte- mirándome apreciativamente- luces maravillosa, esa camisa te sienta mejor que a su dueño.
-lo siento- dijo seria, ella entendió claramente cuál era mi inquietud, se lo agradecía –nadie más sobrevivió-reprimí un estremecimiento,- pero hablaremos de ello luego, ahora no te preocupes….cómo te llamas?
-Isabella, pero solo dime Bella, me gusta así- le sonreí tímidamente, ella me
hacía bien, era como si la conociera de toda la vida, desolada como me sentía Alice era un buen puerto donde anclar.
-Bonito nombre, vamos Bella- canturreó con su voz musical, todo en ella era supremo, tal vez no me equivoque cuando creí que era un ángel.
Caminamos en silencio, cada una sumida en sus pensamientos, hasta que al fin llegamos hasta la casa, era del mismo color blanquecino de la arena, de una planta, grandes ventanales dominaban la fachada, el techo de tejas y las macetas de terracota colmadas de flores multicolores y lánguidos helechos le daban cierto aire de villa toscana.
-siéntete como en tu casa, adelante - dijo con otra de sus magnificas sonrisas mientas abría la puerta de par en par , avancé con las mejillas ruborizadas por la vergüenza, realmente no quería ser una molestia, pero que otra alternativa tenía, necesitaba pensar como salir de esta situación, pero estaba demasiado cansada hasta para intentarlo.
-te lo mostraré todo – canturreó mientras me arrastraba de la mano por los pasillos, mientras admiraba las paredes pintadas en tonos neutros, los modernos muebles tapizados en hilo, su mano estaba helada, me erizó la piel, pero tal vez solo era impresión mía, la casa era magnífica, el dinero se notaba hasta en el mínimo detalle, Alice no dejaba de explicar acerca de cada habitación que visitábamos, todas estaban espléndidamente decoradas, donde estaría el resto de su familia?
No preguntaría ya Alice me lo diría, lo mejor será que deje mi curiosidad de lado
-este es mi cuarto- dijo orgullosa- como verás es el más bello del mundo, lo decoré yo por supuesto- solo queda uno más por mostrarte, está al fondo del pasillo, aislado de los demás igual que su….. sígueme- se interrumpió
Recorrimos el angosto y largo pasillo que estaba a la izquierda del cuarto de Alice hasta toparnos con la última puerta, la abrió indicándome con un movimiento de su mano que la preceda, no había terminado aún de dar el primer paso cuando llegó a mí el aroma más fascinante, mas cautivador , mas seductor que mis sentidos hayan percibido alguna vez, era una mezcla para el deleite de los sentidos, flores, madera, miel, y otros que no supe describir, era , única, como una esencia especial, un pude seguir lo que Alice seguía diciendo, estaba completamente fascinada con lo que veía, no se parecía en nada a las otras habitaciones de la casa, todo aquí, parecía tener un significado, un valor agregado por quien fuera que la habitaba, no es que no fuera magnífica, lo era, los libros antiguos con cubierta de cuero apilados a un lado del confortable e inmenso sofá de cuero negro, las estanterías repletas de discos de vinilo mezclados con cds, colecciones completas de casi todos los ritmos musicales,el efecto era sobrecogedor .En un rincón, tirados como al descuido, vi una pila de partituras, me acerque sin poder evitarlo para mirarlas de cerca cuando un gemido escapo de mis labios sin poder evitarlo, es que en medio del revoltijo de partituras, en el suelo, estaban dos de mis libros preferidos, Romeo y Julieta y Cumbres Borrascosas , extendí el brazo para tomarlos cuando me dí cuenta de donde estaba y de que Alice me hablaba.
-discúlpame Alice, no te escuché-no quise ser atrevida, es que
-hola Alice y si, recuerdo muy bien lo que pasó, pero no quiero hablar de ello ahora por favor – la miró suplicante para luego cubrirse el rostro con ambas manos- no quiero, no quiero-conteniendo un sollozo que pegó de lleno en mis entrañas
-está bien no te preocupes, no haremos nada que no quieras, tranquila, ahora te llevare a mi casa, yo te ayudaré en lo que necesites, te sentirás mucho mejor después de tomar un baño y cambiarte esos trapos desgarrados que llevas-
-gracias Alice pero antes...debo saber si…alguien mas? no continuó la frase, una pequeña arruguita marcó su frente, mis dedos deseaban borrarla con su toque, cerré mis manos hasta calmar esa sensación, eso era impensable.
-lo siento, nadie más sobrevivió-entendiendo completamente la pregunta- pero hablaremos de ello luego, ahora no te preocupes….cómo te llamas?'
, pero solo dime Bella me gusta así- sonrió tímidamente
Bella, no existía nombre más apropiado para un ángel, el sólo pronunciarlo me dejo un dulce sabor en la boca.
- Bonito nombre, vamos, Bella- canturreó el duende
mientras caminaban Alice visualizaba los conjuntos que le daría a elegir, como es posible que perdiera el tiempo en algo tan superficial? Y qué demonios hacia yo pensando en eso? maldición debo dejar de hacerlo en este instante, me ordené, mientras corría hacia la casita, reparé en un detalle por demás importante, si bien no era mucho el tiempo que estuve cerca de la muchacha, no había registrado nada que viniera de su mente, no debía ser posible , pero lo era, había oído la mente de Alice todo el tiempo que estuvo con ella, así que yo no era el problema, mi don no tenía fallas, sin embargo de su mente solo recibí vacío, suspiré profundamente, desde que el mar la trajo a la isla, solo me trajo frustración, la que crecía con cada nuevo detalle, ya estaba harto , no le daría la oportunidad de convertirse en una preocupación, la próxima vez que volviera a verla sería para matarla.
Bella Pov
Un suave calor acarició mi rostro despertándome de mi pesadilla, aún así no podía despegar mis párpados, estaban pesados, inmóviles, sentí removerse mis ojos en el esfuerzo por abrirse, nada, imposible, trate de relajarme e intentarlo nuevamente, pero era muy difícil, el miedo se abría paso nuevamente, lo sentía en mi respiración agitada, dolorosa, en el irremediable palpitar de los acelerados latidos de mi corazón, parecía que bombeaba en mis sienes, era ensordecedor, apenas fui consciente que el calor que antes me acarició como una suave brisa de verano era cada vez mayor, abrazaba, quemaba cada parte expuesta de mi cuerpo, no era agradable, dolía, quise gritar por liberación pero me resulto imposible, la opresión y sequedad de mi garganta se hicieron insoportables, no me permitieron emitir sonido alguno, si esto era parte de la pesadilla tenía que terminar, debía despertar ahora mismo, no soportaría un minuto más así, mi cuerpo se agitó por el calor agobiante una vez más, me prometí que sería la última, y con la fuerza de mi determinación abruptamente abrí los ojos.
-hola, bienvenida- me saludo un ángel arrodillado junto a mí, es que aún no había despertado?
-donde estoy?-me puse de pie no sin esfuerzo, confundida, no entendía que pasaba , ni donde estaba, no podía dejar de mirar semejante belleza, ella no podía ser real , su amplia sonrisa competía en brillo con el sol, su cara dominada por ojos ambarinos que me recordaban a la miel tibia, eran risueños, como si guardaran un grandioso secreto que no compartirían con nadie más, su piel era blanquísima, perfecta, se puso de pie con un movimiento solo posible si eras gimnasta o bailarina, allí reparé en lo pequeña que era, lo que solo la hacía más hermosa aún.
-estás en la isla Esme, llegaste aquí aferrada a tu tabla de salvación, literalmente-dijo señalándome un trozo de lo que alguna vez fue un bote de vela, mientras ella aplaudía aparentemente feliz, yo quede helada, inmóvil,
-lo siento, a veces me dejo llevar por la emoción, recuerdas que te paso verdad? a propósito soy Alice y esta isla es de mi madre- agregó sin darme la oportunidad de contestarle
-Hola Alice, y si, recuerdo muy bien lo que pasó- inmensas olas de angustia me golpearon al rememorar las últimas horas en el mar, el miedo se asomaba nuevamente-pero no quiero hablar de ello ahora por favor-le supliqué cubriéndome el rostro con ambas manos para ocultar el sollozo desgarrado que quería brotar de mi pecho.
-está bien-me calmó-no te preocupes no haremos nada que no quieras, ahora te llevare a mi casa, yo te ayudare en lo que necesites, te sentirás mucho mejor después de tomar un baño y cambiarte esos trapos desgarrados que llevas-dijo mirándome pensativa.
Haría lo que ella me dijera, parecía tan cálida y tan sencilla, sería fácil confiar en ella y yo estaba tan cansada, y tan sola, ese hilo de pensamientos me llevo a otro , dios mío, como pude olvidarme de preguntar?


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3 comentarios:

  1. edward no pudo matarla!
    eso ya es un progreso no creen.
    me gusto mucho Gris,sigue asi.

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  2. dudo qu el la mate porque ya empezo a sentir algo por ella...Me encanto esta genial,sigue asi...Besos...

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  3. AMOR AMOR AMOR!!! que maravilloso es jajaja Edward ya esta perdido siiiiii!!!
    Me encanto quiero saber que ocurrirá cuando ella lo vea LO EXIJO!!

    cariños!!!♥♥♥

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