Fieles lectoras

martes, 27 de septiembre de 2011

Cambiando mis expectativas

Capitulo 2

De nuevo,nadie abrió la puerta.
Emmet miro el reloj,eran las tres de la tarde.
No quería pensar que era un hombre obsesionado con la hora,pero su vida se centraba en los plazos,y el los respetaba.
El coche no estaba en el aparcamiento aquel día,pero de todos modos,rodeo la casa con esperanza.
Antes de que pudiera subir las escaleras del apartamento,oyó que alguien lo llamaba a través de la valla.
-¡Joven!¡Joven!-
En el jardín de la casa de al lado había una mujer con el pelo blanquecino y cara delgada,llevaba un vestido floreado de colores.
Cuando llego a la valla,la mujer le tendió una mano.
-Soy la señora Petrova.-
-Hola-
-¿Es usted el joven que va a vivir en el piso de arriba?-
Le pregunto la vecina atusándose el pelo.
-Rosalie no me dijo que era usted tan guapo.
¿Es soltero?-
-Si-Respondió Emmet cautelosamente.
-Hoy había quedado con la señoría Hale,pero creo que no esta en casa.-
-Bueno,así es Rosalie,siempre de aquí para allá.-
Dijo la señora Petrova.
-Esa chica tiene muchas cosas que hacer,esta criando a ese niño tan encantador ella sola.
Vaya,yo no se que habría echo sin Albus cuando nuestros hijos eran pequeños.-
Emmet después de todo era periodista,eso,añadido a que sentía curiosidad por su casera,lo puso en actitud de entrevistador.
-¿El padre del niño no la ayuda?-
La señora Petrova resoplo.
-No ha aparecido nunca por aquí,que yo sepa,salio huyendo en cuanto supo que Rosalie estaba embarazada.
La dejo plantada,y ella era muy joven.
Creo que ni siquiera conoce al niño.-
-Es un niño muy simpático.
¿Cuantos años tiene?¿Cinco,seis?-
-Solo cuatro,es muy listo,ahora esta en preescolar.
Llegara a casa en cualquier momento.-
-Entonces su madre ha ido a recogerlo.-
-Oh no,a ella no le toca esta semana.
Le toca a Alice,que vive en aquella casa blanca de allí,ña que tiene los adornos azules.
Ella tiene un niño y una niña,la pequeña Steffie tiene la edad de Erick,el mayor,Brad,es muy travieso.-
Cuando la vecina comenzó a darle información sobre el travieso de la vecindad,Emmet decidió que era momento de terminar la entrevista.
-¿Le importaría decirle a la señorita Hale que he venido?
Podría dejarle mi numero de teléfono para que me llame cuando...-
-Oh dios santo.-Dijo la señora Petrova agitando una mano.
-Casi se me olvida para que he venido a hablar con usted,Rosalie me llamo y me pidió que viniera a avisarle.
Se ha entretenido en la floristería,trabaja allí tres días a la semana.-
-Se ha entretenido.-Dijo Emmet.
-A su compañera se le ha estropeado el coche y Rosalie va a llegar un poco tarde porque tiene que esperarla,dijo que podía pasar a la cocina,donde ha dejado el contrato y las llaves.-
-Muy bien,gracias.-
-De nada,este es un vecindario acogedor.
Siempre habrá alguien para echarle un mano si lo necesita,me parece que Rosalie no me dijo a que se dedica usted.-
-Soy periodista deportivo.-
-¿De veras?
Vaya,mi Albus esta loco por los deportes,no puedo quitarle de delante de ta televisión cuando hay partido.-
-Eso es lo que convierte a este país en algo grande.-
La señora Petrova se rió.
-Ustedes los hombres son todos iguales,puede pasar a mi casa para hablar de deportes con Albus siempre que quiera.
Yo no se de otra cosa que no sea béisbol.-
Emmet,que estaba apunto de marcharse se animo.
-¿Le gusta el béisbol?-
-Hijo,soy de Baltimore.
Nuestros chicos van a ganar este año,hazme caso.-
-Podrían conseguirlo si los bateadores mejoraran,la rotación es muy buena este año,pero lo que necesitan es...-
A Emmet lo interrumpió un alegre bocinazo.
Miro hacia atrás y vio salir a Erick de un mercedes negro y correr por el jardín delantero.
-Hola señor,señora Petrova.
James se ha caído y ha sangrado.-Dijo con los ojos azules muy brillantes.
-Había mucha sangre,y ella grito y lloro.-
Añadió,e hizo una demostración que estuvo a punto de fundirla los oídos a Emmet.
-Después le pusieron una tirita con estrellitas.-Explico.
Erick debía de pensar que valía la pena perder tanta sangre por conseguir semejante honor.
-¿Donde esta mama?-
-Angelito.-Dijo la señora Petrova.
-Se va a quedar a trabajar hasta un poco mas tarde,dijo que podías quedarte conmigo hasta que llegue a casa.-
-De acuerdo.-Dijo Erick.
Le gustaba mucho quedarse en casa de sus vecinos,porque siempre le daban galletas,y podía sentarse en el regazo tan suave de la señora Petrova.
-Tengo que guardar mi maletín.-
-Que niño tan bueno,ven cuando hayas terminado.
¿Por que no acompañas a este señor tan simpático dentro para que pueda esperar a mama?-
Antes de que Emmet pudiera huir,Erick lo tomo de la mano.
Tenia razón,pensó Emmet mientras hacia una mueca.
El niño estaba pegajoso.
-Tenemos galletas.-Le dijo Erick deduciendo que podía conseguir alguna si jugaba bien sus cartas.
-Estupendo-
-Las hemos echo nosotros en nuestra noche libre,están muy ricas.-
Le dijo a Emmet lleno de esperanza.
-Estoy seguro.-Dijo Emmet,y agarro la puerta trasera antes de que diera un portazo.
-Ahí están.-Dijo Erick señalando un bote de cerámica que tenia forma de pájaro y estaba sobre la encimera.
-De acuerdo,de acuerdo.-
Como parecía la mejor manera de contentar al niño,Emmet le dio un puñado de galletas. Cuando las puso sobre la mesa,Erick abrió los ojos como platos,no podía creer que tuviera tanta suerte.
-Usted también puede comer una.-
Le dijo mientras se metía una galleta de pepitas de chocolate a la boca.
-Están buenas ¿He?-Pregunto Emmet.
El niño asintió contento.
-Sera mejor que te vallas a casa de la vecina.-
Erick devoro otra galleta y se hizo el remolón.
-Tengo que lavar el termo,porque si no lo hago,huele mal.-
-Esta bien.-
Emmet se sentó a la mesa a leer el contrato de alquiler mientras el niño acercaba un taburete al fregadero. Erick echo detergente de los platos en el termo,y después,cuando se cercioro de que Emmet no estaba prestandole atención,echo un poco mas.
Abrió el grifo y se rió cuando comenzó a formarse espuma y burbujas. Entonces puso el tapón en el fregadero,y empezó a jugar a lavar los platos.
Emmet se olvido de el mientras leía a toda prisa,el contrato parecía común y corriente,y Rosalie ya había firmado ambas copias. Emmet las firmo también,doblo su copia,y dejo el cheque.
Después tomo las llaves y se levanto para guardarse todo en el bolsillo,entonces vio a Erick.
-Oh dios.-
El niño estaba empapado de pies a cabeza,tenia espuma por el pelo y la cara. En la base del taburete,había un charco de agua.
-¿Que estas haciendo?-
Erick sonrió inocentemente.
-Nada-
-Pero si haya agua por todas partes.-Dijo Emmet buscando un trapo.
Erick chapoteo con ambas manos en el agua del fregadero.
-¡Ya basta!¿No se supone que tenias que estar en casa de la vecina?-
Entonces recibió una salpicadura de agua en toda la cara.
Igual que su madre”Pensó Emmet.
-Mira niño.-
Escucho la puerta delantera cerrándose.
-¿Erick? Espero que no hayas comido ninguna galleta-
Decía Rosalie.
Emmet miro las migas que había sobre la mesa,y vio toda el agua que había en el suelo.
-Demonios-Murmuro.
-Demonios-Repetido Erick con una sonrisa resplandeciente.
Se rió y se puso a bailar sobre el taburete.
-Hola mama.-
Rosalie,con los brazos llenos de lirios,observo la escena con una sola mirada.
Su hijo estaba empapado y parecía que había pasado un huracán por la cocina,el huracán Erick,para ser mas exactos.
Su nuevo inquilino estaba mojado,lo que lo hacia verse sexy.
Asombrado y con un ataque de timidez.
Parecía un niño al que habían pillado con las manos en la masa,pensó mirando las migas de la mesa.
Erick movió las pestañas,largas y húmedas hacia Emmet.
-El señor quería galletas.-
Emmet iba a defenderse,pero después miro al niño con cara de pocos amigos.
-Claro,ve al cuarto de la plancha y quitate la ropa mojada.-
Dijo Rosalie conteniendo la risa.
-De acuerdo.-Dijo Erick.
Bajo del taburete y echo a correr,se detuvo para darle un beso a su madre y desapareció en la habitación contigua.
-Siento llegar tarde.-Dijo Rosalie mientras quitaba el tapón del fregador.
Emmet abrió la boca,quería explicar lo que había pasado los diez minutos anteriores,pero se dio cuenta de que no estaba del todo seguro.
-He firmado el contrato.-
-Ya lo veo.¿Le importaría poner un poco de agua en ese jarrón?-
Le dijo señalando un jarrón de porcelana que había sobre la encimera.
-Voy por una fregona.-
-Claro-
Seguramente iba a darle al niño con ella,pensó Emmet sintiéndose muy culpable.
Sin embargo,los sonidos que provenían del cuarto de la plancha,no eran los asociados a un castigo corporal.
Eran risas de niño,y la risa exuberante de una mujer.
Emmet se quedo allí plantado con el jarrón,maravillado por aquel sonido.
-Esta en mitad del charco.-Le dijo Rosalie al volver con la fregona y el cubo.
-Oh,si.-Dijo.
Se miro las zapatillas mojadas y se movió.
-Aquí tiene el jarrón.-
-Gracias.-Le dijo ella.
Puso las flores en agua y después se volvió hacia el.
-Creo que ha conocido a la señora Petrova.-
-Que rápido se saben las noticias.-
-En este barrio si.-
Ella le tendió un trapo limpio para que se secara el rostro,y el percibió su olor,mucho mas potente que el de las flores.
Llevaba unos pantalones vaqueros y una camiseta con un logotipo floral,su cabello rubio lo llevaba recogido en una coleta.
Cuando ella arqueo las cejas,el se dio cuenta de que había estado observándola demasiado tiempo.
-Lo siento. Quiero decir que...siento todo este desastre.-
-¿Estaba jugando también a lavar los platos?-
-No exactamente.-Dijo el sonriendo sin poder evitarlo,y sin poder evitar también,sentir atracción por ella.
No seria tan malo,teniendo una casera tan guapa,compartir la casa con ella. Y quizá alguna cena,o quizá un esporádico...
-¡Mama!-Erick estaba en la puerta de la cocina desnudo.
-No encuentro los pantalones.-
-Están en la cesta que hay junto a la lavadora.-Le dijo ella sin quitarle los ojos de encima a Emmet.
A el se le había olvidado el niño,y se había puesto a fantasear sin acordarse de que ella no iba sola.
Dio un paso atrás y movió las llaves hacia su nuevo apartamento.
-Tengo que sacar unas cosas del coche,quería dejarlas aquí esta tarde.-
-Muy bien-
Rosalie pensó que era tonta por sentirse decepcionada,por haber sentido aquel cosquilleo femenino al reconocer el interés en sus ojos. Y mas tonta todavía por haberse desilusionado cuando su hijo había terminado con aquel interés al llamarla.
-¿Necesita ayuda?-
-No gracias,tengo que cubrir un partido esta noche,así que mañana traeré el resto de las cosas.-
Dijo dirigiéndose a la puerta.
-Gracias.-
-Bienvenido señor Macarty.-
-Emmet-Dijo mientras salia.-Me llamo Emmet.-
A Rosalie le había parecido buena idea aprovechar el apartamento del piso de arriba,los ingresos extra le quitarían algo de presión.
Y quizá le proporcionara algún pequeño lujo,como ese viaje a Disneyworld que Erick deseaba tanto.
Había sido muy arriesgado comprar la casa,pero ella quería que su hijo creciera en un buen vecindario,con un jardín,y quizá con un perro cuando creciera un poco. El dinero de la renta le quitaría un poco de riesgo.
Sin embargo,ella no se había dado cuenta de que podía añadir otro tipo de riesgos,algo mas personal.
Seria peligroso tener a un inquilino soltero y tan absolutamente sexy,con ese torso fuerte y musculoso,con esas manos tan...
Para Rosalie”se dijo a si misma.
Emmet Macarty era como el resto,saldría corriendo como un perro de caza cuando oyera los pasos de unos pies pequeños.
Algo resonó en el cuarto de la plancha y ella sacudió la cabeza.
-Ven para acá marinero,tienes que fregar la cubierta.-
Le dijo a Erick sonriendo,el era su mayor tesoro en la vida.

3 comentarios:

  1. jaja q buena esa jugada de Erick se ve q es muy travieso y Emmett el pobre q no sabia q hacer con tanto desastre le ventaja es q Rosalie no se enojo con el mas bien lo vio comico jaja,excelente capi hasta el proximo...

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  2. jajajajaja me encanto ,valla si que es tremendo el hijo de Rosalie ,espero no le incomode mucho eso a Emment....Sigue asi linda....Besos...

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  3. que lindo... mmm ... tanto emmett como la historia xD
    que ira a pasar? un poco travieso erick xD pero me encanta... besos

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