Fieles lectoras

miércoles, 17 de agosto de 2011

Naufragio hacia el amor

Capitulo 13. Amor Silente
Bella pov
Acunada entre sus brazos de acero, despojada de vergüenza alguna que opacara el momento, permití a mis párpados rendirse al cansancio y al arrullo de su melodiosa voz.
-Edward…te amo-
Lo sentí tensarse antes de soltarme delicadamente para ponerse de pie-no sabes lo que dices Bella!- se alejó hasta llegar al límite de la escasa arena, mirando el agua cálida y plácida que reflejaba su figura rindiéndole homenaje a tanta belleza – vámonos, te sacaré de aquí- la rudeza volvía a él amenazando las horas más felices de mi vida
Me acerqué en silencio, puse una mano en su hombro sonriendo al sentirlo estremecer, un paso más y quedé enfrente suyo, iguales en desnudez, tome su rostro entre mis manos obligándolo a mirarme-te amo- nunca aparté mi mirada de la suya, reinaba el caos en ella, una vez más reconocía muchos de los sentimientos que nadaban en ella, perplejidad, temor, fastidio, desesperación, y si…allí estaba tímida y escurridiza pero radiante y eufórica una lucecita de reconocimiento y asentimiento, esa luz titilante y cálida en sus pupilas me decía que no éramos compatibles solo en un plano físico, esa luz me indicaba un camino, me gritaba que había una ruta hacia lo profundo de su alma, hacia el calor y el abrigo de su corazón, estaba claro que sería una ruta peligrosa y pedregosa, tal vez ni siquiera tendría el tiempo…y la vida para recorrerla, mas nada me detendría, ni el tiempo, ni las barreras, ni él mismo, en esta isla encontré la fuerza, el temple, el arrojo…ahora se en que debo emplearlos…voy por ti Edward Cullen…sin ti ya no tengo nada que perder.
-debes dejar de repetir eso Bella, te lo ordeno- mi sangre hirvió de indignación tanto por su pedido como por su tono petulante
-te habrás dado cuenta que no soy buena siguiendo órdenes-
-eso me temía-adoraba verlo conteniendo su frustración, pasó sus manos por su rostro un par de veces y volvió a intentarlo, alcé la barbilla desafiante esperando atentamente
-y que tal eres prometiendo cosas?- tu rebeldía contra las reglas no es en lo único que repare, eres fiel y honesta, una buena persona, con valores arraigados, puedes dulce Bella, prometerme no volver a decirlo…por favor?-lástima por él porque la satisfacción solo le duró hasta mi respuesta
-jamás quebranto una promesa Edward, y es por eso que no la haré, pídeme otra cosa…lo que sea, pero no podré dejar de decir que te amo-
-cualquier cosa? estas segura?- su mirada alerta no me intimido, lo único que me importaba era gritarle mi amor
-lo que sea, lo haré por ti…porque te amo-
Sus manos tomaron mi rostro mientras sus labios recorrieron con adoración mis parpados, mejillas, nariz, hasta finalmente reclamar mi boca con el más dulce de los besos, no debí prometer sin saber que pediría, mi intuición se agito previendo que algo malo acechaba, estaba completamente segura de ello, mi ritmo cardiaco aumentó hasta hacerse imposible, el nudo en mi garganta apretaba y dolía anticipando las lágrimas, en contra de todos mis sentidos me separé lo suficiente para observarlo, con la esperanza de encontrar en sus ojos algo de consuelo.
-tranquila pequeña, no te preocupes ni tengas miedo, lo que te pediré que hagas lo haré por ti…porque…-nunca terminó de decir lo que yo esperaba, moría por escuchar de sus labios…seguí sin despegar mi mirada de la suya…siempre esperando
- mírame, mírame Bella, mira mis ojos, sólo eso tengo para darte-
-que, que quieres que vea en ellos Edward, háblame por favor, dímelo-y miré, miré a través de la nube de lágrimas sin derramar que llenaron mis ojos, los froté una y otra vez intentando borrarlas, no entendía lo que él me pedía, me desesperaba el no saber, bajó sus parpados mientras suspiraba profundamente para luego abrirlos deslumbrándome con la luz de sus pupilas, si…la luz brillante…la luz de su amor…mi luz
-ya es hora Bella, vámonos-la furia en el volvió, cuando no, una vez más, como es posible? Hace apenas un segundo su mirada se me hacía igual al primer haz de luz durante un eclipse total de sol, tal vez mi necesidad de su amor me hizo imaginarlo
-despierta Bella! He dicho que nos vamos!- sí, definitivamente lo imaginé.
-respira profundo-sentenció antes de tomarme con brusquedad de los hombros y lanzarse a lo profundo del agua, atrás quedaba mi historia de amor en el paraíso de Ed, el final me acercaba con cada segundo que transcurría
Emergimos detrás de la cascada, el sol corría al encuentro del horizonte, como si necesitara otro recordatorio de que mi día se acaba
-sécate y vístete, debo traer unas cosas, solo tardare un momento-siseó sin siquiera voltear a verme
Lo obedecí sin protestar, las preguntas podían esperar, odiaba separarme de él, aunque solo sea por unos minutos, que habrá ido a buscar? Que quiere hacer? Prometí que haría lo que sea, ahora me pregunto si fue un error, que me hará? Aunque tal vez la pregunta correcta sería como lo hará?
Decidí caminar por la playa para no desesperar, me alejé de la cascada enterrando mis pies en la arena tibia, la misma que fue puerto seguro apenas hace unos días atrás, supongo que el tiempo es solo un parámetro valido cuando tu vida está llena de cosas carentes de sentido, vacía, yo viví toda una vida aquí, una vida plena, conocí el amor, la amistad, me conocí a mí misma, no la débil y cobarde Isabella Swan que mostraba ser sino la mujer que estaba atrapada dentro de ella, una que se atreve a vivir intensamente, sin miedos ni mañana, una mujer que acepta su realidad y saca el mayor partido posible de ella.
Lo sentí en mi alma y cuerpo antes de verlo, dirigí mi mirada hacia los matorrales que rodeaban la cascada y allí estaba él, vestido del habitual negro caminando hacia mí, Dios mío, mis entrañas se apretaron al verlo, el era todo para mí, de repente odié los metros que nos separaban y me lancé a correr , una sonrisa asomó en él y aumenté la velocidad tanto como mi torpeza me lo permitió, su expresión cambió tornándose melancólica pero feliz, sí, definitivamente el estaba feliz, salté sin ningún cuidado sobre él, el me recogió con facilidad haciéndome girar en el aire, mi risa se unió a la suya por unos minutos hasta que se fueron apagando lentamente, solo quedaron sus brazos en torno a mi cintura, un escalofrío ascendió desde la punta de mis dedos hasta congelar mi sangre al notar que su expresión de dicha era reemplazada por algo mucho más oscuro, entonces lo supe, se acercaba el final
-Bella…-
-Bella…el bote espera por ti-no había reparado en la presencia del hombre que esperaba al lado de una embarcación al costado del muelle cercano.
absolutamente inmóvil y enmudecida dejé que las lágrimas corrieran caudalosas por mi rostro ceniciento, busque dentro mío la cordura y la fuerza suficiente para hablar pero solo encontraba más dolor, mis sollozos quebraron el silencio durante los siguientes minutos, maldita sea di algo Bella! …por favor, mi corazón en carne viva me gritaba buscando alguna reacción, pero la angustia había escondido mi voz.
-prometiste hacer lo que te pidiera y espero que lo cumplas Bella-acarició mis mejillas cubiertas de lágrimas mientras prosiguió- sin protestas, promete que te irás ahora, hazlo por mí.
-que?, que dices…no entiendo Edward-el pánico se apoderó de mí, no puedes estar hablando en serio.
-te dejo ir Bella, salgo de tu vida para siempre, así debe ser-
-te amo Edward, no quiero irme, mátame , mátame pero no me dejes ir-vivir sin él sería peor que morir
-no sabes lo que dices, no me conoces- lo miré, la luz estaba allí
- yo te conozco…a un nivel profundo e interminable-la luz estaba allí
-Bella…tú eres mi ángel en la oscuridad, dejas tu huella grabada en mí, pero debo dejarte partir-
-yo por ti mi vida entrego-el llanto era inconsolable ya...es que luz seguía allí
-he esperado tanto por ti- con sus labios fríos secó el mar de mis lágrimas
Me aferré a su cintura con todas mis fuerzas-entonces…por qué?...no me amas? dímelo, eso puedo entenderlo-
-sólo mírame, mira y oye a mis ojos Bella-la luz brillaba allí
-debes ir, vivir, ese es tu destino-
-tú y yo juntos, ese es mi destino y esta nuestra hora-
-nuestra hora no es equivocada…ni correcta- me cargó hasta el muelle en silencio, me acomodé contra su pecho silencioso mientras rezaba por quedarme con él.
-la señorita esta lista, Josué-la tristeza en su voz contrastaba con su semblante impasible, percibir su dolor no hizo más que acrecentar mi angustia, por qué me hace esto? Por qué nos hace esto?
-todo listo señor Edward- escuché en intercambio sin poder creer aun que estuviera pasando
Me deslizó suavemente hasta que mis pies tocaron la madera envejecida- no, no no!-
-adiós mi Bella- acarició mis mejillas con sus nudillos y con la luz de sus ojos refulgiendo como el sol del mediodía solo dio media vuelta y se fue sin mirar atrás.
-por favor señorita, - el imperfecto español de Josué atravesó mi nube de dolor, lo miré hasta comprender
-si , claro- como una autómata acepté la ayuda para subir al tambaleante bote sin dejar de mirar a la playa, por supuesto, el ya no estaba allí, el ya no estaría en mi vida, el solo pensarlo dificultó mi respiración, mi pecho dolía como si tuviera una herida profunda, sangrante…y la tenía, la llevaría conmigo durante el tiempo que dure mi vacía vida.
Miré sin ver mientras Josué quitaba los amarres para partir, los de mi corazón no podrían desanudarse tan fácilmente como esos, estarían aferrados por siempre a mi amor esquivo. Como haré para sobrevivir? En este punto no me interesaba hacerlo, solo quería echarme y que el tiempo se encargue de llevarme hacia mi hora final, que importaba la vida si el ser que amas no te corresponde? Si lo que crees haber visto y percibido jamás fue confirmado por su voz? Para que sirve la vida? Para que la quieres? miré fijamente el mar hasta que el hipnótico movimiento de sus ondas brillantes teñidas por el sol se desdibujó ante mis ojos hinchados y húmedos de lágrimas, me incliné hacia adelante acudiendo al llamado del agua, creyendo encontrar en sus límpidos brazos el sosiego para mi alma torturada,a punto de dejarme caer un objeto brillante que flotaba apenas visible atrajo mi atención, me estiré todo lo que pude hasta alcanzarlo, era una pequeña botella cerrada firmemente con un tapón de corcho, a pesar de mis esfuerzos no podía abrirla hasta que unas manos morenas se extendieron ante mí- gracias Josué-
Era de Edward, estaba segura, la botella se movía en mis manos temblorosas, miré una vez más hacia la playa, seguía vacía, casi tanto como yo.
Contenía arena, blanca arena como la de la playa amada, y un papel de aspecto antiguo, idéntico al que Edward uso en las partituras que encontré en su cuarto, me apresuré a extraerlo, su escritura impecable resaltaba ante mis ojos, lo leí con avidez
Para mi Bella:
Así como al actor con pocas tablas el miedo le confunde los papeles
o al ser feroz el cumulo de rabia le mina el corazón aun siendo fuerte
Por miedo de confiarme se me olvidan los ritos amorosos del cortejo
Y el peso de mi amor es tal que mina la fuerza que mi amor retiene dentro
Prefiero la elocuencia de mis ojos, voceros mudos de mi pecho hablante
Que piden por amor y exigen poco Que la de aquella lengua que habla en balde
Lee bien lo que el amor silente escribe, pues la mirada que oye, de amor vive
E.C
- me ama- esta vez las lagrimas eran de felicidad-el me ama- pero el dolor no disminuía.
Era una situación difícil, lo sabía, y me llevaba conmigo un monton de dudas, y el reconocimiento que me esperaba aun mucho más sufrimiento, hasta este paraíso perdido llegue para encontrar un tesoro, el mayor regalo que alguna vez podría haber soñado con tener, él, mi amor, dejaba mi corazón con Edward, no importaba que él lo rechazara, el lo sabía.
Yo retornaría a mi vida, era distinta ahora, el destino me obsequió este tesoro y lo llevo conmigo.
El motor del bote, con su ronroneo, hizo que mi corazón latiera furioso y apresurado, se rebelaba a dejarlo, pero no dejaría que la desesperación me domine, el me había pedido que me vaya y cumpliría mi promesa, como decirle que no?
La embarcación se separaba lentamente del muelle raido, me quedé en pie mirando hacia la playa, testigo de mi primer y único amor, allí donde la arena se perdía en la espesa vegetación que daba comienzo a la pequeña selva, estaba él, serio, hermoso, imponente…casi me doblego al verlo mi cuerpo entero imploraba por él, mi corazón descompasó sus latidos, el nudo en mi garganta amenazo con explotar, pero no…se lo había prometido, lo haría.
Su rostro se mostraba impasible pero no me engañaba, lo sabía, lo sentía, nunca me lo diría pero no pudo evitar transmitirlo en su mirada, sus labios, sus manos, su voz, el me ama y aunque no entiendo sus razones para negarlo, le daría tiempo y espacio.
A pesar de la distancia recorrida por el bote sabía que podía verme y oírme a la perfección, así que con todo mi amor en mi mirada susurre para sus oídos "solo existo para ti"
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3 comentarios:

  1. oh no,que triste.
    era de esperar algo asi,edward es un terco.
    espero que pronto corra a buscarla,de lo contrario,ambos sufriran muchisimo.

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  2. NOOOOOO!!!!! cuanto dolor me dejas en un completo ahogo con mis propios pensamientos estoy hecha un manojo de nervios quiero saber que pasara se encontraran en Forks si por favor !!!!!

    cariños!!!♥♥♥

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  3. dios pero como puede pasar algo asi en verdad este hombre si es terco....Sigue asi linda...Besos..

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