Fieles lectoras

sábado, 27 de agosto de 2011

Naufragio hacia el amor

Capitulo 15. Otro amor
Bella pov
- Bells, estás segura de querer hacerlo?siempre puedes cambiar de opinión…lo sabes verdad?- su voz era aun mejor que en mis recuerdos de niña, firme, varonil, con un dejo de timidez que no cuadraba con esos bigotes poblados y el uniforme azul del jefe de policía, pero al mirar sus ojos cafés de inmediato percibías que él era especial , el era como un hogar calentito en medio del invierno, Charlie era un puerto seguro en medio de la tempestad…nunca como ahora lo sentí mi papá…tan cercano, tan mío, por primera vez me sentí optimista acerca de mi decisión de vivir con Charlie en este aislado y frío lugar, Forks.
Aparcó el coche en el extremo más alejado de la puerta del edificio al cual debía dirigirme, lo miré sin entender, podría jurar que se veía aun mas nervioso que yo-papá, negué con la cabeza tratando de comprender , sonreí ante su rubor-nena, se que no fui el mejor padre del mundo pero quiero que sepas que podría encargarme de-vaciló , le costaba decirlo, era tan tierno que me lo comería a besos, claro que no lo haría, seguro correría espantado, ese tipo de efusividad no era propia de los Swan.
-estaremos bien, lo sé- mi garganta se cerró de pronto, no! Prometiste ser fuerte Bella, debes hacerlo bien, debemos ser felices, se lo debes a él… no es momento de flaquear ahora, ya llegara eso, como todos los días…mas tarde o más temprano, pero siempre presente. Parpadeé varias veces para despejar mi visión de las lagrimas traicioneras y lo mire con una sonrisa forzada, sus manos se agitaron vacilantes sobre el volante de cuero hasta que acerco sus dedos a mi rostro, sus nudillos helados barrieron una gota liberada del torrente contenido con torpeza pero con infinita dulzura-sonríes para papa? Eso está muy bien Bells-se aclaro la garganta retirando su mano de mi mejilla para frotarse el cuello, esto no era fácil para ninguno de los dos, pero seguir adelante con la vida era lo correcto, ya estuvo bueno de llorar por un amor imposible, yo tenía mi tesoro ahora , no estaba sola, saldría adelante a como dé lugar, aunque el vacío que sentía a veces jamás se llene nuevamente, ahora conocí otro amor, uno que llenaba mis días y mis noches, uno que me hacia sonreír y desear un futuro feliz.
-debo moverme o llegare tarde papa, y no te preocupes- nuevamente le sonreí, antes de salir al frío exterior, abrí la puerta trasera del coche, unos maravillosos y enormes ojos verdes me miraban curiosos, lo miré completamente enamorada , el correspondió mi sonrisa enviándome un oleadas de calorcito directo a mi corazón, su mirada clara y confiada me daban fuerza para luchar día a día, mi solcito pequeño, por el era capaz de todo, acaricie sus cachetes sonrosados antes de retirarlo de su asiento-buenos días amor mío-lo abrace bien apretadito junto a mi corazón y con su bolso y mi mochila al hombro, la barbilla en alto me dirigí hacia la guardería de niños de la escuela, ubicada en el lugar opuesto al que estaba-gracias Charlie-bufé al tener que atravesar la galería repleta de alumnos expectantes por el primer día de clases.
Caminé lo más rápido que pude sin correr riesgo, mi torpeza se había incrementado en los últimos meses, y apenas veía mi camino con tanta gente alrededor-permíteme ayudarte-una voz profunda interrumpió mi concentración haciéndome vacilar en mi -cuidado!- me sostuvo del codo con firmeza ante un traspié típico en mí-gracias-conteste sin desviar la mirada de mi preciosa carga-estoy bien, no es necesario- seguí mi camino sin mirar atrás
-llevaré tus bolsos-unas manazas morenas me tomaron de los hombros para luego deslizar los pesados bolsos a lo largo de sus poderosos brazos, que atrevimiento! Lo miré furiosa pero antes de poder ponerlo en su lugar habló como si nada-ey, tranquila, juro que no robaré el bolso de ositos cafés, aunque creo que es de mi estilo no crees?-respiré agitadamente sin saber que decir, una vez más el soluciono ese problema …-soy Jacob Black…Jake para ti-
-voy a la guardería Jacob Black-enfaticé su nombre para ponerlo en su lugar, afortunadamente solo me separaban de ella unos pocos pasos más –emm,…eso pensé….me dirás tu nombre o tendré que averiguarlo? –continuó sin se, no quería hablar con nadie pero tal vez sabiendo mi nombre se fuera a molestar a otros-Isabella Swan- conteste a regañadientes, es que no había alguien más a quien importunar?
-trabajas allí verdad?-afortunadamente no debía contestarle ya que las puertas automáticas se abrieron para mi, volteé apenas para despedirlo-gracias por tu ayuda Jacob, solo deja mis bolsos en la silla, que tengas un buen día, adiós- y sin más me dirigí al mostrador.
-hola cariño-la recepcionista era una señora regordeta con gruesas gafas de carey violetas, que hacían que sus ojos se vieran como pequeñas canicas vidriosas, déjame adivinar, tu eres…
-Isabella Swan-la interrumpí impaciente, estaba segura de llegar tarde a mi primer día, no otro contratiempo por favor, quiero deslizarme tras la mesa que me corresponda y empezar de nuevo.
-Ah sí!, sus ojos se abrieron de repente , eres la hija del jefe Swan…Bella, déjame verte, eres hermosa!-
Soporté su escrutinio lo máximo que pude, mi rostro ardía mezcla de vergüenza y enojo, sabía que sería blanco de chismes, eso lo tenía muy claro, pero eso no significaba que tuviera que resignarme
-sí-asintió satisfecha de su opinión-igual a tu madre!...solo espero que…-
-discúlpeme –se estaba pasando de la raya, mire su gafete antes de continuar-Sra. Cope pero…
-no cariño, discúlpame tú, sigamos-su mirada de detuvo en el pequeño bulto que yo sostenía junto a mi pecho-de modo que él es…-reviso sus papeles buscando la información-Robert Thomas Swan-la interrumpí con orgullo-mi hijo-.
-sí , sí , claro cariño, tu papá trajo toda la documentación, y ya revisamos y estudiamos su rutina responsablemente, no deberás preocuparte de nada, tu bebe estará como en su propia casa mientras asistes a clases, presionó un botón sobre el mostrador y se me acercó con los brazos dispuestos a tomar a mi niño, instintivamente lo apreté mas fuerte pero con infinita delicadeza, sentí que me partía en dos al aflojar mi abrazo para entregárselo, lo acuné un momento más , sus ojitos parecían haber atrapado todas las estrellas, entrelazaba sus deditos frente a su rostro una y otra vez completamente ajeno a mi dolor por separarme de él, mi bebé, mi tesoro, el fruto de mi único amor, su belleza me dejó boquiabierta una vez más, Una miniatura de rasgos cincelados, piel blanca y suave, su boca era un puntito rojo entre mejillas llenas, acomode su gorrito de lana azul sobre sus escasas hebras broncíneas-pórtate bien bebe…si? Solo será por un par de horas y volveré corriendo a ti, enlazo mi pulgar con sus dedos –vaya, que fuerte eres amor-sonrió una vez más antes de bostezar ampliamente haciéndonos sonreír a las dos.
Se lo entregué con recelo a la Sra. Cope, me daba miedo separarme de él, pero lo mantuve bajo control-cuide mucho de mi pequeño, por favor- ella debió ver mi angustia, ya que me apretó la muñeca cariñosamente-todas aquí lo haremos, además puedes darle una ojeada en el recreo, que te parece?-
Al fin esboce una sonrisa plena, esa era una buena idea-gracias, lo haré!-besé la frente de mi Rob, aspiré su increíble esencia para que me acompañe y , en un arrebato, bese la mejilla híper maquillada de la amable señora-volveré pronto, y gracias!-
Salí corriendo solo para toparme de bruces con un muro de músculos-no tan rápido Bella-no escondí mi malestar al escucharlo decir mi diminutivo-lo siento, no pude evitar espiarte en la guardería- su cara evidenciaba que no lo sentía en absoluto, seguí mi camino a la carrera pero a él le resultaba demasiado fácil alcanzarme, roja de furia estallé-basta de seguirme! Ya déjalo ok?- giré tan bruscamente que mis pies se enredaron y cerré los ojos esperando el impacto contra el piso, pero fui detenida por unos brazos gélidos
-tranquila bonita, no llegaras lejos así-quede boquiabierta al verlo, era inmenso, una mole blanca , dura y fría, pero con gentiles ojos dorados, me soltó rápidamente, si esperaba una respuesta lo decepcionaría, no podía siquiera reaccionar internamente, había algo en el que…sacudí la cabeza, estoy enloqueciendo, no puede ser, el continuo con su vozarrón-acaso este chucho te está molestando?-se hincho aun mas grande si eso fuera posible al mirar belicosamente a Jacob, quien parecía dispuesto a luchar si fuera preciso.-no estoy molestando a Bella pero ok, me largo, pero ten claro que no es por ti Emmet, adiós Bella-
El grandulón me guiñó un ojo dorado como la miel-que no me teme? Ja!-
-Sr Cullen, podría conducir a la señorita Swan al aula 3 por favor?-la voz que reconocí como la del director de la escuela resonó en el pasillo casi vacío.
-por supuesto Director, después de ti Bella, el salón esta justo enfrente de nosotros- Emmet Cullen?, su nombre se repetía en mi mente como un eco interminable, Cullen, como Edward, Dios Santo, el parecido era alarmante, pero no podía ser posible, estábamos en un pueblo perdido en el mapa, era improbable, me obligué a reaccionar y asentí, ya que no podía hablar , al menos que no pensara que estaba loca. Emmet Cullen? no puede ser
-muy bien, aula 3 sana y salva, bien por mi-espero mi respuesta en vano, solo podía mirarlo como tarada-te sientes bien?-claro que no, tu apellido es igual al de él, eso sin contar el parecido, vamos Bella pregunta, o al menos abre la boca, no….imposible.
-es el efecto que causo en las mujeres, ni te preocupes cariño-sonreí ante su burla, definitivamente me caía bien Eme Cullen, le preguntaría por Edward ahora mismo, apenas abrí la boca me interrumpió-será mejor que entres, a menos que quieras escaquearte-movió sus cejas arriba y abajo a velocidad imposible, tenía razón, dejaría mis preguntas para después
-gracias Emmet, mejor entro, adiós-correspondí a su sonrisa de despedida y un par de pasos después me encontré frente al profesor de Literatura, mr. Berty, soporte la incomodidad de ser el centro de atención al reparar que la clase se hallaba completa, sensación que no disminuyo nada al oírlo-su atención por favor señores, quiero presentarles a su nueva compañera la Srta. Isabella Swan, ofrézcanle un lugar para sentarse por favor y sigamos con lo nuestro-apenas termino de hablar varias manos se izaron para llamar mi atención hacia ellos, me prometí sentarme en el lugar más cercano, no soportaría mas escrutinios el día de hoy
-olvídenlo chicos, Bella se sentara conmigo-se me erizaron hasta los cabellos al oír la deliciosa voz cantarina, dirigí la vista de inmediato para encontrarme con su cara de duende adornada con su sonrisa más amplia, Dios mío, era Alice, era Alice! no sabía si reír, llorar…o golpearla, de hecho quería hacer las tres cosas al mismo tiempo, tuve que obligar mis torpes pies a moverse y sentarme a su lado, era Alice, estaría también él? La anticipación calentó mis venas para ser templadas al instante con el frio abrazo de ella, me apretó fuerte-auch…Alice!-me queje apenas-ups lo siento Bella, es que estoy tan feliz! Aplaudió silenciosamente- tenemos tanto de que hablar-eso era tan cierto pero solo había una cosa que quería hacer en ese momento, abrazarla fuerte… lo hice, con emoción, con cariño, con rabia, sentí bullir el enojo por su ausencia pero era Alice y estaba en el mismo lugar que yo, ya no se escaparía de mí, me aseguraría de ello, cuando la conocí la quise de inmediato y la elegí para mi vida y juro que ahora será para siempre.
La ansiedad reprimió las emociones de momento, le hable apresurada-ciertamente Alice, me debes una explicación, por que te fuiste así sin más? Sabias lo que pasaría? Donde está el? – mi tono se fue elevando paulatinamente, pero es que ya no era momento de callar… -no me defraudes Alice, no sabes cuánto te necesité, no podría soportarlo otra vez-mi voz se fue transformando en un sollozo ahogado, es que esto era tan inesperado, ni en mis sueños más locos esperaría algo así.
-shhh! Tranquilízate, ya hablaremos de todo, tú también tienes mucho que decir señorita, no se puede ayudar a quien no se deja, y tú-fue interrumpida por un furibundo mr. Berty-señorita Cullen, podría repetir a la clase lo que acabo de decir, y así demostrar que prestó atención?-
-por supuesto profesor, estaba usted diciendo que para promover de una forma más "fluida", hizo las señas de comillas con sus dedos diminutos, la introducción de los alumnos a la lectura de los clásicos, propongamos las actividades que consideremos acordes a ello-concluyo con cara de satisfacción-muy bien, siéntese y guarde silencio por favor –ella solo asintió exagerando el gesto, logrando que todos estallaran en risas.
Una vez a mi lado, fue imposible callarme-Alice-tome su brazo para enfatizar mi desesperación-está el aquí? Debes decírmelo ahora-su mirada seria me asustó, algo no estaba bien, mi corazón se contrajo listo para colapsar-tranquilízate Bella, ya hablaremos, lo prometo-
Examine a fondo su clara mirada, le creí, debía hacerlo, asentí resignada, que mas podía hacer?
-te extrañe amiga-susurró apenas, el cariño que contenía esa frase lleno mis ojos de lagrimas-oh Alice, no sabes cuánto te extrañé yo-
-muy bien alumnos, entonces está decidido, en un par de semanas más tardar, un baile de mascaras será la introducción al maravilloso mundo de los clásicos-la vos firme del profesor disperso mis pensamientos al captar levemente que menciono mi nombre
-perdón profesor, podría repetirlo?-a pesar de la vergüenza y el calor de mi cara enrojecida tuve que preguntarle
-por supuesto señorita Swan, con todo gusto a hora que cuento con su atención y la de la señoriita Cullen, decía que el baile de mascaras será totalmente organizado por ustedes dos, así tendrán la oportunidad de hablar todo lo que quieran…fuera de mi clase, alguna otra duda señorita Swan?-
-no profesor, gracias-no es justo!, baile, organizar, yo, definitivamente esas palabras nada tienen en común.
-que buena idea , déjelo todo en nuestras manos, mañana mismo tendrá los detalles en su escritorio profesor-que decía Alice? Eso sería imposible, nada me separaría de mi Rob, no tengo tiempo ni ganas para esto. Miré la hora, restaban solo un par de minutos antes que finalice la clase, debía despedir a Alice, aun no estaba preparada para contarle de mi bebé, tenía la certeza que no era el momento, y menos aun el lugar.
-debo irme ahora, pero júrame que no desaparecerás-tome sus manos y las apreté con toda la fuerza que fui capaz, necesitaba saber de Edward pero Rob no podía esperar.
-claro que no tonta, no iré a ninguna parte, te llevo a casa? Así podemos…-
-Ahora no puedo- enfrente su mirada interrogante sin poder adelantarle nada-mañana hablamos…por favor no preguntes…mañana…-
-no puedo creerlo Bella, pensé que me tenias listo un interrogatorio-enfrente su expresión suspicaz sin pestañear- …pero está bien amiga, aunque desde ya te digo que mañana no me despegaras de tu lado!- su sonrisa volvió a iluminar mi día-gracias Alice…mañana, lo prometo- corrí hacia la guardería, cada paso que daba para reunirme con el aliviaba el dolor, como siempre, reemplazándolo con su olorcito, su calor, su amor.
Las siguientes horas pasaron sin prisa y sin Cullens, alivio y anhelo reunidos hicieron de mi un manojo de nervios, pensar que tal vez podría cruzar a Edward en estos silenciosos pasillos era surrealista, que me diría?, que le diría yo? Sabía muy bien la verdad que debía revelar pero ni me imaginaba como, y si él no estaba en Forks? , era posible pero si así fuera Alice tendría que saber , de algo estaba segura, si Ed no estaba aquí yo iría a por él donde sea que se encuentre.
-Bella, cariño, el jefe Swan ha llegado por ustedes-la aguda voz de la Sra. Cope disperso mis pensamientos en todas direcciones, sostuvo la puerta abierta con una sonrisa indulgente mientras papá llegaba apresurado-Ey Bells, como estuvo tu día? Y este campeón? Diste trabajo a la Sra Cope? Claro que no verdad?-se le caía la baba por su nieto, era tan lindo verlo- lo cargo hasta el coche nena-y sin saludar siquiera se marcho
-lo siento , se le olvido saludar-quede excusándome en su nombre-no pasa nada, ese hombre volvió a vivir con ustedes Isabella, no pasa nada , hasta mañana querida-
-hasta mañana, y gracias-acomode a Roby en asiento trasero, dormía plácidamente , las cosas no se veían tan mal después de todo, me sentí confiada en que él estaría aquí, no tendría por que no ser así, un año había pasado desde que me dejo ir, un año en el que no había logrado olvidarlo, cerré despacio y Charlie emprendió el camino a casa a través de la calzada atestada de los vehículos de los alumnos y profesores ,mientras yo fijaba la vista en en mis manos entrelazadas perdida en mis pensamientos.
Ed pov
Una de las cosas que nunca soporté es esperar, y hacerlo en medio de un enjambre de adolescentes idiotas corriendo desesperados por llegar a sus casas y zambullirse de plano en la mediocridad de sus vidas era frustrante e innecesario, pero se lo había prometido a ella, se lo debía, y a pesar de que ella siempre supo los límites razonables en los que se mueve nuestra relación, quise hacerlo, esforzarme en darle algo de atención a cambio de su compañía, su paciencia, su entrega, aceptaba cualquier sentimiento y acción de su parte siempre que no sea amor, esa palabra escueta que constituye una prisión débil y vulnerable para el sentimiento más peligroso y voluble que un ser puede concebir . Conociendo su capacidad de destrucción de primera mano, lo había desechado de mi existencia, reemplazándolo con pura sed…de sangre, de venganza, de sexo, de piel, de una pareja que no me hechice convirtiéndome en un títere en sus manos, un débil deseoso de sus sonrisas, de su aliento, del fuego entre sus piernas, de sus labios de miel y de la profundidad eterna y etérea de sus orbes sin tiempo.
La vi venir a lo lejos, flanqueada por Emmet y Jasper, hermosa y fría, ella era mi realidad,mi presente, mi igual, aun así no había podido igualar con sus dones ni el menor de los recuerdos que ocupaban mi día eterno, cosechaba suspiros a su paso pero su sonrisa era solo para mi, ella era mía, Tania, mi novia. A paso humano me dirigí a abrirle la puerta del acompañante, ella no podía ocultar sus ganas de conducir mi volvo, tendría que esperar para ello, tal vez para siempre, sonreí al pensar en su reacción cuando lo supiera, apenas abrí la puerta cuando mi pretencioso mundo se volteó, por segunda vez en mi vida, me tense de inmediato al percibir uno de los aromas más atrayentes del mundo para mi, exquisito, inconfundible, uno que se deslizo en mi boca hace un año y me marco a fuego desde entonces, deje de respirar al instante, confundido pero siempre alerta, como un depredador olfatea su presa cheque la estrecha calle hasta dar con ella, todo un año de esfuerzo tirados a la basura en el mismo instante que mis ojos dieron con su rostro de ángel, las largas hebras rebeldes que se escapaban de su coleta y pedían por mis dedos , sus mejillas que vestían de rosas ante mi escrutinio vicioso, Bella estaba aquí y no había fuerza humana o sobrehumana que me impidiera ir por ella, nada había cambiado, su presencia trajo de inmediato en mi la dualidad de sentimientos, por un lado aquel que mis labios se negaban a decir, y la furia inútil fruto de reconocer en mi interior al fantasma de la decepción, acaso ella no sintió mi presencia del mismo modo que el aleteo de su respiración barrio mis sentidos? Que era más importante para ella que levantar su mirada e anclarla en mi, con al menos un atisbo de la desesperación que me embargaba?
-nos vamos?-la voz de Tania poco hizo para cambiar mi deseo irrefrenable de correr tras el auto que se perdía entre la calle bordeada de arboles, apenas el apretón disimulado de Jasper al percibir mi caos interior me ayudó a moverme y conducir sin decir una sola palabra.
No podía pensar, no podía hablar, no podía ver nada mas, mi Bella estaba aquí.
Me enfrente a la preocupación en la mirada de mi madre con indiferencia-Esme donde esta Alice?-
-en Seattle, llamo para avisar que necesita algunas cosas para un trabajo de Literatura y no vendrá hasta mañana, es raro pero ella es rara no?-sonrió buscando mi simpatía, lamentablemente no pude dársela.
-pasa algo Edward?-hijo háblame
-solo no pregunten, estoy bien- mis hermanos conocían de sobra mi expresión, así que solo me ignoraron
Cuando llegue a mi cuarto ella aguardaba en la cama, por un momento sentí pena por ella, tenía razones para pensar que así calmaría mi malhumor…pero hoy no era ella quien podía hacerlo, me senté en la cama, con la cabeza entre las manos…pensar, necesito pensar, cada célula de mi cuerpo gritaba que estaba listo para correr hacia ella, solo el hecho de verla pasar había hecho cenizas el fuego sepulcral en el que estúpidamente quise desaparecer mis sentimientos hacia ella.
-amor, que te pasa, no me gusta verte así, hice algo malo?-Tania, ahora no es el momento
-ven aquí, te hare lo que te gusta-su mano desabrochó mi pantalón y tomó mi miembro endurecido de pensar en otra, con su otra mano luchaba para volver mi rostro hacia ella y así alcanzar mis labios, retiré con firmeza sus manos de mi-Tania…no-percibí su desesperación pero nada podía hacer, besaba mi cuello mientras susurraba –Ed., amor, no me rechaces, sabes que te haré gozar, te dejaré llamarme Bella, aunque sabes que no me gusta, pero…-
-no empieces Tania!, sabes que no te explicaré nada, traerlo a colación no sirve de nada-de un salto estuve frente a la ventana abierta-debo alimentarme, hablaremos cuando este menos sediento-corrí a la mayor velocidad posible, necesitaba el viento lastimando mis sienes, dejé que mis piernas eligieran su destino, aunque sabía que no cazaría esta noche, la sed era la menor de mis preocupaciones…me encontraba frente a la casa de Isabella
Mi respiración se acelero de inmediato al escuchar sus pasos y percibir su esencia floral junto al aroma del jabón, un segundo después unos extraños ronquidos atestiguaron el sueño del jefe Swan, debería darme la vuela y correr lejos de ella, eso fue lo que me jure en la isla, olvidarla, odiarla si fuera posible, podría jurar que estuve a punto de lograrlo, pero no se mentir.
Ya no podía estar sin verla, hablarle, estaba seguro que la ventana del frente correspondía a su habitación, esperaba no asustarla pero no podía esperar, flexione mis piernas para saltar justo en el momento en que su dulce voz lleno mis oídos, me detuve en seco cuando sus palabras cobraron sentido –ven a la cama amor mío, más que nunca necesito de tu calor- no sabía que me lastimó mas, si las palabras o el amor con el que fueron dichas, no puede ser, ella no es así, pero todo empeoro aun mas –sabes que te amo con locura? daría mi vida por ti Rob, lo eres todo para mí-la emoción contenida en sus palabras no dejaban lugar a dudas que se dirigía a un hombre, al que llamaba a su cama, y yo soy un idiota enfermo, que nuevamente cayó en sus redes como el más básico de los humanos, cerré mis puños con fuerza para no cometer una locura, ella seguía atormentando mis oídos con su miel, la miel para otro-ven aquí, deja que te abrace cariño, junto a mi corazón…lo escuchas? –susurros sellados con un beso.
Sí, lo escuché.

2 comentarios:

  1. OMG fascinante capitulo me gusto y rayos como todo lo entendio mal ,pero el no perdio tiempo y tiene novia....Besos..

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  2. AWWWWWW que capitulo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! me moriiiiiiiiiiiii rayos es demasiado para mi pobre corazón!!

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