Fieles lectoras

domingo, 14 de agosto de 2011

Amor que es pecado

Capitulo 15

Bella pov

Estos días me sentía intensamente feliz,Edward era el hombre mas dulce y amoroso del mundo.
Por el día encontrábamos un ratito y un lugar para nosotros dos,por las noches,dormíamos abrazados hasta que la luz se filtraba por mi ventana.
Entonces Edward se levantaba sin hacer ruido para ir hasta su cuarto,de ese modo nuestros padres no sabían que pasábamos las noches juntos.
Después de la gran experiencia que Edward me hizo vivir,no habíamos vuelto a tener ese tipo de intimidad,y me preocupaba un poco. Si bien sabia que Edward me amaba casi tanto como yo a el,empezaba a pensar que no me deseaba.
Yo moría por cada beso,por cada caricia,por cada palabra de amor que susurraba. Debía hacer algo para salir de dudas.
Telefonee a mis mejores amigas,Alice y Rosalie.
Pues con esta ultima había congeniado muy bien.
Les pedí que me ayudaran a escoger un conjunto de lencería,y saltaron de alegría al saber que pasaríamos el día en el centro comercial.
Junto con Edward,decidimos que nuestros amigos debían saber de nuestra relación,me sentía mal ocultandoselo.
Su reacción fue de sorpresa,pero enseguida nos dieron un gran abrazo y felicitaron. Estaban felices por nosotros.
Aunque Edward no se libro de las palabras de su mejor amigo.
-Si llegas a hacer daño a mi hermanita te machacare.-
Le dijo Emmet.
Y aunque todos reímos por su ocurrencia,en mi interior se instalo un sentimiento de ternura y agradecimiento hacia el.
Sabia que me quería como a hermana pequeña,y yo correspondía ese amor,Emmet era mi gran hermano oso.
Lo adoraba con el corazón,al igual que al resto de mis amigos.
Cuando llegamos al centro comercial,la locura se desato.
Mis amigas me llevaron de un sitio para otro y me hicieron probarme unas treinta prendas,termine con diez bolsas en mis manos. Esperaba que todo esto sirviera para algo.

Edward pov

Me sentía flotando en una nube,estaba feliz teniendo a la mujer de mi vida a mi lado. La amaba,era mi vida y mi razón de ser.
Estos días junto a ella habían sido maravillosos,mi parte favorita del día era sin duda alguna las noches.
Cuando ya solos,se acurrucaba junto a mi y yo la envolvía entre mis brazos. Adoraba verla dormir,oír mi nombre de sus labios...
Lo mas difícil era cuando ella,inocentemente,me besaba con su cálida lengua y sus manos recorrían mi cuerpo.
Si supiera lo que provocaba en mi con esos simples actos.
Pero no podía dejarme llevar,menos en casa,bajo el mismo techo donde vivían nuestros padres.
Definitivamente no,debía hacérselo entender.
Escuche un coche desde mi cuarto,me asome a la ventana para ver llegar a las chicas en un mercedes blanco,sin duda de Rosalie.
Estaciono frente a la puerta y salí disparado en su busca,la había extrañado muchísimo.
Llegue al piso de abajo y abrí la puerta que daba la calle,ahí estaba ella,de pie con las chicas sonriendo.
Se veía bellísima,era como ver a un ángel.
Entonces me vio,y su sonrisa se extendió por todo su rostro.
Corrí hasta ella y la estreche entre mis brazos,enseguida su familiar aroma me envolvió y me sentí en casa.
Había estado cuatro horas lejos de casa,pero me habían parecido muchas mas. Estar sin ella era una tortura.
-Edward pueden vernos.-
Afloje la fuerza de mi abrazo para verle la cara.
-No hay nadie en casa,papa y mama se fueron a comer solos.
Ya sabes que de vez en cuando se escapan para tener intimidad.-
Nada mas terminar de decir eso mis labios fueron invadidos,yo la recibí encantado,amoldando mi lengua a la suya.
Mis boca y mis labios reconocían a su dueña,y mi corazón también,que en estos momentos brincaba de felicidad.
Escuchamos unos silbidos y risas,mi ángel escondió su cara en mi pecho avergonzada.
Yo la abrace aun mas,recordandole que estaba ahí para protegerla de todo. Era el aire que respiraba,sin ella estaría perdido.
-¿Has comprado muchas cosas?-
Le pregunte para acallar las risas de las chicas.
-Creo que demasiadas,ya sabes como son estas adictas a las compras.-Dijo girándose a sacar la lengua a nuestras amigas.
Ese gesto,que para muchos parecía de niña,a mi me encantaba.
-¿Me ayudas cielo?-
-Edward Cullen esta aquí para servirte bella dama.-
Le dije dándole un beso en la mejilla para luego ir hacia el coche a por sus cosas.
Rosalie me indico que bolsas eran las de Bella,las agarre y volví hacia ella.
-¿Las dejo en tu cuarto princesa?-
-Si por favor.-Dijo con ese habitual sonrojo que la hacia ver adorable.
Me despedí de Alice y Rose,y me adentre en la casa.
Subí las escaleras hasta el cuarto de Bella,deje las bolsas sobre la cama pero una callo al suelo.
Me agache para cogerla,pero una prenda de color azul asomaba de la bolsa. Me di cuenta de que era un conjunto de ropa interior,y de mi color favorito. Trague en seco al imaginarla con ello puesto.
En ese momento ella entro por la puerta,se me quedo viendo.
Su mirada iba de mi a la lencería,yo solo pude sonrojarme y dejar todo sobre la cama.
-¿Se puede saber que hacías Edward Cullen?-
-Yo...yo...-No sabia que decir.
-Fue accidente preciosa,de veras,jamas miraría tus cosas sin permiso.-
Ella se acerco hacia mi con paso decidido.
-Te doy permiso para lo que quieras.-Susurro contra mis labios.
-Tengo mas de esos.¿Quieres verlos?-
Yo no podía hablar o moverme,no daba crédito a lo que sucedía.
¿Que si quería verlos? ¡Pues claro que quería!
¿Acaso esta mujer deseaba matarme?
Estaba próximo a sufrir una convustion.
-Bueno.-Logre decir al fin.
-Espera aquí.-Me dijo.
-Voy a por ellos y vuelvo.-Y recogiendo las bolsas,desapareció tras la puerta del cuarto de baño.

Tras cinco minutos,en los que solo escuchaba el sonido de mi alocado corazón,Bella salio del baño y poso ante mi.
-Oh dios mio.-Dije sin querer.
¿A esto se refería con enseñarme los conjuntos de lencería?
¿Con ellos puestos sobre su cuerpo?
Yo pensaba que me los enseñaría sin mas,no de esta forma.
Definitivamente quería matarme,no tenia idea de lo que provocaba. El color azul quedaba prefecto sobre su blanca piel,sus piernas tan bien torneadas,su cuerpo esbelto,su cabello cayendo sobre sus hombros,sus apetitosos labios...
Dios mio ayudame,porque ya no tengo fuerzas para mantenerme alejado de ella.
-¿Te gusta?-Pregunto posando de distintas maneras.
-Sssi,me me encanta.-Dije como pude.
-¿En serio?-Dijo aproximándose a mi.
Se posiciono justo en frente de mi,entre mis piernas,ya que estaba sentado en su cama.
-Toca la tela a ver.-Dijo cogiendo mi mano y posandola en su pecho.
Me levante de inmediato,debía salir de ese cuarto oh estaría perdido.
-¿Donde vas Edward?-Dijo al ver que me dirigía a la puerta.
-Lo siento Bella,no puedo quedarme.-
Me volví hacia la puerta,tenia la mano en el pomo cuando sus palabras me congelaron en el lugar.
-¿No me deseas?-
Gire a verla,sus preciosos ojos estaban humedecidos.
Se acabo,cualquier cosa menos que saliera lastimada por mi culpa.
Fui hasta ella y con las yemas de mis dedos limpie las lagrimas que comenzaban a asomar.
-No me hagas esto Bella,no tienes idea de lo que dices.-
-Digo lo que siento Edward,y siento que no me deseas.-
-Bella por favor,no me hagas esto mas difícil.-
Ella me miro como sorprendida,después su expresión cambio radicalmente.
-Esta bien,no te molesto mas con mis tonterías,puedes irte.-
-Pero Bella,tu nunca me molestas,yo...-
-Dejalo,ya vete Edward.¿Si?-
Se giro dándome la espalda,lo había entendido todo mal.
-Bella dejame explicarte que-
-No tienes nada que explicar.-
-Pues yo creo que si Bella,porque te has formado una idea equivocada en la cabeza.-
-¿Ideas equivocadas dices? ¿Me equivoco al pensar que no me amas lo suficiente? ¿Oh al pensar que no me deseas?-
-Si si y si,Bella tu lo res todo para mi.¿Como puedes pensar así?-
-Tu haces que lo piense Edward,eres tu el.-
La acalle estampando mi boca contra la suya,me correspondió el beso a pesar del enfado. Pude saborear sus lagrimas en el beso.
Entonces comprendí que no estaba enojada,estaba dolida.
Era verdad que pensaba que no la amaba lo suficiente,si supiera que la necesitaba para vivir porque sin ella moría.
Mi mano fue hasta el cierre de su sujetador,lo abrí y la despoje de el,dejando sus pechos al descubierto y expuestos ante mi.
Eran preciosos,como ella.
Baje hasta su cuello dejando besos,escuche un gemido proveniente de sus labios y sus manos fueron a mi cabello.
Llegue a sus pechos,asombrosamente perfectos.
Pase mis dedos por sus pezones ya endurecidos,lleve mi boca hacia ellos lamiendo y succionando.
Me encantaban,podría pasarme horas en ellos.
Mi nombre salia de sus labios,se escuchaba entre cortado.
Adoraba verla así,tan dispuesta para mi.
Fui andando con ella pegada a mi,sosteniéndola de la cintura.
Cuando nuestras piernas rozaron la cama la alce en brazos y la deposite en ella,la mire a los ojos con todo el amor que por ella sentía.
-Voy a demostrarte cuanto te amo,y cuanto te deseo amada miá.-
Y sin mas baje para despojarla de sus braguitas,las aventé y dedique toda mi atención en su sexo ya mojado.
Primero con mis dedos,después con mi lengua.
Bella se aferraba a mi cabello y tiraba de el,escuchaba sus jadeos,lo que aumentaba mi deseo por ella.
Mi erección comenzaba a doler,estaba prisionera por mis pantalones,pero ahora solo importaba ella.
Podía sentir como estaba próxima a venirse en mi boca,se sentó y me obligo a parar.
La observe,en sus ojos había deseo y lujuria.
Con una mano me tumbo en la cama y se sentó a horcajadas sobre mi. Desabrocho el botón de mis vaqueros y los saco junto con mis boxers,volvió a sentarse para luego sacarme la camiseta.
Me beso apasionadamente,como si no hubiera mañana.
Sus manos suaves recorrían mi cuerpo,mi piel se erizaba ante la sensación. Entonces su boca soltó la miá,y sin esperarlo,atrapo en ella mi miembro,que palpitaba para ella.
Mis manos se aferraron a la cama,estaba volviéndome loco.
La calidez de su boca,el movimiento de su cabeza...
En cualquier momento estallaría.
-Bella por favor.-Le suplique.
-¿Paso algo amor?-Me dijo con fingida inocencia volviendo a su tarea,ella no entendía,debía para,no quería correrme en su boca.
Los jadeos que salían de mi boca eran incontrolables,con esfuerzo la quite de mi miembro y la lleve a mis labios.
-Tu tortura a sido deliciosa.-
-Lo mismo te digo.-Dijo contra mis labios.
Nos besamos ansiosos,ambos rebosábamos de deseo,eramos imparables. Di la vuelta en la cama dejándola bajo mi cuerpo,no podía dejar de besar sus labios,su cuello,cada centímetro de su piel. Era adicto a ella.
-¿Estas segura mi amor?-Pregunte viéndola a los ojos,a sus hermosos ojos color chocolate.
-Si Edward,deseo ser tuya en cuerpo y alma,corazón y mente.-
Alcance un preservativo de mis vaqueros,lo coloque y posicione
mi miembro en su entrada.
-Relajate,si te lastimo dime y me detendré de inmediato.-
Ella solo asintió.
Comencé a adentrarme en ella lentamente,poco a poco.
Fui dejando besos por sus parpados,su cara,sus labios.
-Te amo muchísimo mi niña.-
Le susurre al oído,y mordí y succione el lóbulo de su oreja mientras terminaba de entrar en ella.
Me quede quieto,dándole tiempo a su cuerpo a que se acostumbrara a mi presencia.
Besaba su cuello,lo mordisqueaba y lamia.
Entonces sus caderas se alzaron,dándome a entender que estaba lista. Comencé un lento vaivén,disfrutando de la sensación.
Las piernas de Bella se enroscaron en mi cadera,obligándome a ir mas deprisa.
Aumente el ritmo de mis embestidas y profundice mas nuestra unión,nuestros jadeos se escuchaban por toda la habitación.
Mire a Bella,su rostro se contraía por el placer y los gemidos que salían de su boca...Estaba volviéndome loco.
Sentí como sus paredes se estrechaban contra mi miembro,y con una embestida mas,me corrí junto a ella.
Descanse mi cabeza en su pecho mientras nuestras respiraciones volvían a la normalidad,había sido maravilloso,la mejor experiencia de mi vida.
Me quite de encima de ella y la atraje envolviéndola en mis brazos,ahí es donde ella debería estar siempre.
Protegida satisfecha y feliz entre mis brazos.
-Te amo Edward.-
-Yo también te amo Bella,gracias por este regalo.-
-¿Te gusto?-Me dijo avergonzada.
-Fue mágico hermosa,parecíamos expertos.-
-Bueno,tu lo eres.-
-No mi amor,yo también te regale mi primera vez.
Tu eres la única en mi corazón y en mi vida.-
Ella me miro maravillada,pensaba que yo había tenido relaciones anteriormente.
-No quería defraudarte.-Musite.
-¿Era eso?-Pregunto divertida.
-Edward,tu nunca me defraudaras,te amo.-
-Como yo a ti amor mio,eres mi vida.-
Abrazados como estábamos,y jurándonos amor,era el hombre mas feliz del mundo.

Esta semana fue un poco ajetreada,por lo que los capis fueron cortos,ya que siempre iba con prisas.
Espero que este capi os compense un poco y os haya gustado.Os quiero mis niñas.

2 comentarios:

  1. Me haz dado el sol la luna y todo el universo Cullen eres maravillosa te quiero mucho y sabes que adoro tus historias esta me tiene como loca!!!

    abrazos♥♥♥

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  2. Igual te queremos nosotros ya que dedicas estas historias a nosotras....Besos...

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