Fieles lectoras

sábado, 2 de julio de 2011

Naufrafio hacia el amor

Capítulo4. Naufragio
Bella Pov
Me instalé en el sofá de la luminosa sala abrazando mis rodillas, Alice esperaba ansiosa, lo podía notar claramente en su atenta mirada, expectante, tamborileaba los dedos de ambas manos sobre la lustrosa mesita de café que nos separaba, ese ruidito me ponía muy nerviosa, era exasperante en verdad-Alice, por favor- supliqué señalando sus manos
-perdón Bella, lo siento, - pidió con una de sus sonrisas de marca registrada, como alguien podría negar algo a esa niña?
-Está bien, es solo que no se me da muy bien esto de hablar con alguien, soy muy tímida y reservada, creo que aburrida me sienta mejor-ella solo me animaba a seguir con su habitual sonrisa comprensiva, había sido muy afortunada de ser rescatada y recibida por ese ángel, y si bien no sabía nada acerca de ella, le estaría eternamente agradecida
-Alice-me acerqué y en un impulso tome sus gélidas manos, ella se puso rígida un instante, tan corto que pude habérmelo imaginado-antes de seguir quiero agradecerte, por haberme rescatado y acogido tan cariñosamente aquí, no se que hubiera pasado de no ser por ti, seguramente hubiera corrido la misma suerte que los chicos que estaban conmigo, yo…- no pude seguir, mi garganta se cerró de repente por la angustia y el dolor
-Alice, fue tan horrible, y yo no pude hacer nada-los sollozos me impidieron continuar, las lágrimas desbordaron mis ojos y solo pude rendirme con impotencia ante ellas, una vez más sentí sus bracitos a mi alrededor en mudo y frío consuelo,
-Bella, no debes agradecerme nada, estoy mas felíz de lo que imaginas de recibirte en nuestra casa, además tu te ayudaste a ti misma, créeme, eres una sobreviviente, y, si debo decir la verdad, no fui yo la que te encontró, solo estuve vagando buscando caracoles por ahí cuando… –
Confundida la interrumpí-tú no me encontraste? entonces quién?- Realmente no entendía, cuando desperté solo estaba ella junto a mí, y luego en la casa no ví a nadie más
-te lo contaré todo después, ahora podrías seguir? estoy a punto de arruinar mi manicura devorándome las uñas Bella-rogó frunciendo su boca en un puchero gracioso, era tan simpática con su carita de duende que solo pude sorber ruidosamente, secarme las últimas lagrimas con el dorso de la mano y disponerme a continuar.
-estuve en Brasil por 4 días, en viaje de vacaciones, sola- decir esa palabra nunca tuvo tanto sentido y peso como ahora, reprimí violentamente las oleadas de angustia que se hacían presente, tragué saliva convulsivamente y proseguí, sin dejar de percibir que Alice moría de ganas de interrogar
-sí, sola-me adelanté a su pregunta-en principio este sería un viaje con mi mamá, las dos lo planeamos durante meses, pero finalmente no resulto de esa manera-dije triste, ella intentó hablar, pero la corté con un gesto de la mano, si paraba ahora no tendría fuerzas para continuar luego
-verás, mis padres están separados desde hace muchos años, mi mamá y yo fuimos inseparables desde entonces, vivimos en Phoenix, luego ella conoció a Phil y se enamoró perdidamente de él-sonreí con nostalgia al recordar a René como si fuera una adolescente, pendiente de los llamados y escribiendo poemas todo el día, todo era fácil y divertido con ella, Phil nunca tuvo oportunidad, en cierto modo Alice me recordó a ella, no podías evitar amarlas, eran fuerzas imparables de la naturaleza
.-Planeta Tierra llamando a Bellaa-canturreó pasando la mano una y otra vez frente a mi rostro para llamar mi atención
-ok, ok, bueno, ellos se casaron y son muy felices, adoro a Phil y el a mí, sin embargo, desde hace un tiempo tengo la sensación que debo darles mas espacio, mas intimidad, ellos necesitan estar mas tiempo en pareja, así fue que insistí en venir sola, para conocer estos rumbos y otra gente, eso fue lo que les dije, aunque en realidad para mí sería como una bisagra en mi vida-las lágrimas inundaron mis ojos nuevamente, pero esta vez no las dejaría desbordar, miré hacia ella, su rostro sereno y su asentimiento con la cabeza me alentaron a continuar, con un profundo suspiro, continué
-Alice, sé que esto no es lo que esperabas escuchar, es solo que…-
-esperaba escuchar todo lo que tengas para decir Bella, me encanta saber que te sientes cómoda conmigo para contarme de ti, gracias por tu confianza, la aprecio de veras, ahora dime, bisagra por qué?-
-porque tome la decisión de irme a vivir con mi papá una vez finalizado este viaje, sabes, el vive en una ciudad muy pequeña y muy distinta de donde viví toda mi vida, y hace años que no lo veo, no se si nos llevaremos bien, no lo conozco lo suficiente, pero su inmediata disposición a recibirme en cuanto hablé con el, la calidez y emoción apenas contenida en su voz, me dieron la fuerza necesaria para reafirmar mi decisión- terminé sonriendo, de repente me sentí aún mas optimista que cuando salí de casa, sí, terminaría el ultimo año de la secundaria en Forks, donde Charly era el jefe de plicia, me propuse llegar a conocerlo profundamente, los dos nos mercíamos esa oprtunidad, Reneé decía que yo tenía muchos rasgos de él, ahora no podía esperar a ver cuáles eran, cielos! me salve de un naufragio, eso solo puede ser un buen presagio, lo que me lleva a que la pobre Alice sigue esperando mi relato del evento que aquí me trajo, enfócate Bella, me reprendí mentalmente.
-para no aburrirte te lo resumiré , estuve en Río paseando por la playa solo un día, el resto del tiempo me la pasé en mi habitación del hotel leyendo los libros que traje conmigo, cuando mamá llamó le dije que estaba divirtiéndome mucho con gente de mi edad que conocí en el avión, cosa que no es cierta-agregué con una mueca
-ella te estará llamando? Debe estar desesperada-me interrumpió alarmada
–No, la última vez le dije que iría en una excursión y que la llamaría en unos días…-me interrumpí pensando en lo cerca que estuve de…morir
-Bella, como llegaste al bote que zozobró? dijiste viajar sola, pero preguntaste si había mas sobrevivientes, explícamelo, por favor, la ansiedad me esta matando, además quiero saber si las autoridades se dejaran ver por la isla buscándote-
Me apresuré a responder –no, no tienen por que venir, a menos que alguien les de aviso-
-no te preocupes por eso aún Bella, estás a salvo aquí, o deberías estarlo –dijo con un gesto que no supe interpretar
-conocí a Stefan y Vladimir en el hotel de Río-proseguí
- me invitaron a cenar y no pude decir que no, no cuando había jurado intentar conocer chicos de mi edad y ser mas sociable, eran ingleses, guapos y bronceados, tenían la sonrisa a flor de piel, parecían conocer a todos allí, conversamos y reímos hasta altas horas de la noche, cuando me despedí, me pareció de lo mas normal aceptar reunirme con ellos antes del amanecer para navegar las tranquilas aguas y admirar el bello í lo hicimos, y todo parecía estar bien , tenían un pequeño velero blanco, partimos hacia el horizonte aullando de felicidad, la sensación del viento en mi cara era vigorizante, nunca en mi vida había hecho algo tan temerario-recordé con una sonrisa
-si Bella, irte sola a navegar sin rumbo conocido con un par de chicos que no conocías, podríamos decir que fue temerario, por no decir estúpido-la censura de su voz era inequívoca, fruncí el ceño pero continué sin hacer comentarios, al fin que ella tenía razón.
- llevábamos navegando no más de una hora cuando Stefan reparó en que los demás botes que zarparon con nosotros volvían al puerto, nos hacían señas, que nosotros interpretamos como saludos-sacudí las cabeza al pensar que imbéciles fuimos los tres, ya que ellos nunca me ocultaron que compraron el bote apenas hace un par de días,
- el océano se veía tan plácido y bello, y ellos estaban seguros de poder navegarlo, así que nunca dejamos de ver el horizonte, era un espectáculo único, sobrecogedor, poderoso, inimaginables tonos de rosa y naranja, amalgamados con el tinte dorado del brillo del mar, fue tan emocionante, me conmovió hasta la fibra mas íntima, creí que nada podría arruinar un momento así, de perfecta armonía con los elementos…hasta que ocurrió, no lo ví venir , pero lo escuché, y me paralicé, jamás había sentido tanto miedo, mi corazón acelerado dejo de latir por un segundo, estoy segura, el estruendo se hizo eco en lo profundo de mi mente, el pulso latía desaforado en mis oídos, con un vacío en mis entrañas y el pánico atenazándome la garganta, dirigí mi vista hacia arriba , mis ojos temerosos observaron lo que todo mi ser me gritaba desesperadamente, allí en lo alto del que hace unos momentos fue el escenario para un desfile de ángeles, y que ahora parecía ser devorado por la oscuridad, el sol naciente solo era un recuerdo en mi devastada memoria, los dorados matices desplazados cruelmente por densos nubarrones negros que tragaban hasta el ultimo ápice de luz, giré bruscamente hacia mis acompañantes al mismo tiempo que los truenos desplegaron al máximo su poderoso estruendo, me tapé los oídos con las manos, esto no podía ser cierto, seguro era una de mis recurrentes pesadillas, si fuera realidad no podría soportarlo- me interrumpí para tomar aire, de pronto sentí que volvía a vivirlo.
- por encima del aullido del viento descomunal grité con todas mis fuerzas buscando a los chicos por ayuda, ellos se ufanaban con las velas y pertrechos del bote, gritándose mutuamente, desesperados, Vladimir levantó por un instante la vista hacia mí con la expresión de angustia pintada en el rostro-lo siento…tanto-balbuceó para luego concentrarse en su labor, la labor de tratar de mantenernos con vida. Sentí que el alma abandonó mi cuerpo cuando el bote se balanceó violentamente hacia los costados, ninguno de los esfuerzos de los muchachos parecía dar resultado, la lluvia comenzó a caer violentamente sobre nosotros dificultando todo aún más, no había forma de vencer esta batalla, ni siquiera valía la pena luchar, Stefan hizo señas a Vladimir y se reunieron conmigo abrazándome en silencio, no había lugar para las palabras, el único sonido era el de la tormenta en todo su esplendor y el de mis sollozos apagados-las lágrimas desbordaron una vez mas mis cansados ojos, no recuerdo haber llorado tanto alguna vez,
- A..Alice- balbuceé presa del llanto, derrumbándome sobre su gélido cuerpecito
-sshhh, sshhh, tranquila, no sigas, no quiero que te pongas mal- susurró deslizando su mano por mis cabellos
-necesito contarlo- inspirando dolorosamente continué una vez mas-el bote zozobró, quedando a merced de las turbulentas aguas, seguía lloviendo torrencialmente y el nivel del agua dentro del bote comenzó a subir, estábamos muy asustados, luego se escuchó un fuerte golpe, inicialmente pensamos que había sido producto de la marejada, pero luego el velero fué sacudido violentamente por la fuerza del viento y ya no pude ver nada, estaba muy oscuro, solo escuche el crujido del casco, nunca olvidaré ese sonido-murmuré estremeciéndome
-eso es lo que recuerdo, nada más, ni siquiera soy consciente de haberme aferrado a una tabla-restregué mis nudillos por mi rostro para borrar el rastro del llanto, me sentía mas liviana después de haberlo contado al fin.
-mi siguiente recuerdo es el de un ángel mirándome atentamente con la sonrisa más increíble que contemplé alguna vez- terminé con una sonrisa , que Alice me devolvió de inmediato.
- y ahora estas aquí, sana y salva, y seremos las mejores amigas, ya verás- exclamó bailando por la sala- y ahora que quieres hacer Bella? Ir a la playa, al continente?-
-me gustaría saber quien me encontró, dijiste hace rato que no habías sido tú-
Con mirada cautelosa, que no le había visto antes, respondió-te encontró Edward, el… el es mi hermano, solo los dos estamos en la isla, por ahora-
No comentó nada más, esperando mi respuesta, pero yo estaba confundida, no entendía , entonces donde estaba él que no lo vi. en la playa, ni aquí en la casa? pero antes de poder plantear mis dudas ella me advirtió suavemente
-Bella, el te encontró y te dejó a mi cuidado, verás, es muy reservado y necesita estar solo para pensar algunas cosas, por eso no se encuentra aquí sino en una pequeña cabaña que tenemos cerca, no debes acercarte a él , al menos no aún- al ver mi expresión temerosa, se apresuró a añadir – no, no te asustes, solo digo que él quiere estar solo, valora mucho su intimidad, así que dejémoslo en paz y el hará lo mismo con nosotras-culminó satisfecha de su explicación, aunque yo no lo estaba en absoluto,
No vivía aquí? desde cuando? acaso sería por mi impuesta presencia? De ninguna manera quería importunar a nadie, pero por otro lado, unos días para pensar en mi futuro no me vendrían nada mal, y estaba segura de poder darme cuenta si era una molestia, sí, me quedaría, además, me intrigaba muchísimo el hermano de ,Alice, si el me encontró por que no se quedó? Y qué hacía aislado dentro de una isla? No debería importarte eso Bella! me advertí.pero ahí estaba , la duda quedó plantada, y conociendo mi testarudez no había nada por hacer al respecto.
-Bella, Bellaaaa, te sientes bien? te quedaste en blanco, seguro estas agotada después de todo lo que pasaste, por qué no descansas unas horas? quieres dormir en mi cama? Yo debo instalarme en el estudio a trabajar en un proyecto que te contaré luego-
-sí Alice, lo haré, gracias, pero preferiría hacerlo en la habitación donde me duché, si no es inconveniente-pregunté bajando mi rostro avergonzada, no quería ser grosera pero prefería dormir allí, no me sentiría cómoda en otro lugar
-claro que puedes quedarte allí, pero es la única que no tiene cama-me miró esperando mi reacción
-oh, no te preocupes , el sofá se ve realmente cómodo, y el cuarto huele de forma maravillosa, agregué ruborizada, me relaja mucho ese aroma-
-eso es lo que pensaba- agregó sonriéndome con picardía.
Me estiré mientras me levantaba del sillón , me dolía cada músculo de mi cuerpo, así que lentamente me dirigí hacia el pasillo, apenas dí unos pasos cuando una duda me asaltó, giré mi cuerpo para enfrentarla
–Alice, una duda, la habitación donde dormiré es de Edward?- no podía evitar el sonrojarme al pronunciar ese nombre, apenas pude enfrentar su serena mirada mientras esperaba su respuesta.
-Sí, Bella, lo es, nadie aparte de él ha entrado allí jamás, que descanses-
Estupefacta, y sin poder articular palabra alguna, seguí mi camino hacia el dormitorio de Edward, casi llegue a la puerta cuando Alice me gritó-Oh, por cierto, la camisa que llevas también es de el-
El sofá era cómodo, el aroma embriagador , el silencio relajante, y yo estaba exhausta, pero aún así no podía dormir, ni siquiera podía dejar de recordar lo vivido en las ultimas horas, sacudí mi cabeza en un intento por borrar esos recuerdos, pero lo único que conseguía era ver la forma en que el bote … no, no debo pensar mas en eso, por favor , no quiero recordar, no más, de un solo movimiento estuve de pie, dormir sería imposible, y relajarme menos aún, no con la adrenalina aún corriendo por mis venas, caminé por la habitación observando de cerca los detalles, las partituras que estaban en el piso eran de temas clásicos, Chopin principalmente, también había manuscritos, dirigí mi mano para tomarlos pero retrocedí horrorizada por mi atrevimiento, Alice me advirtió que su hermano era muy reservado y no debería revisar sus cosas, ese era un comportamiento no propio de mí, suspirando me acerque a las amplias puertas francesas, la vista era magnífica, la tarde en su pleno apogeo iluminaba el paisaje en mil tonos de verde, hasta el límite blanco de la arena de la playa, mas allá de ella, el turquesa del mar se fundía en el horizonte, como si la tormenta de unas horas antes nunca hubiera ocurrido.
Decidida a dejar de pensar en la maldita tormenta, y convencida de no poder dormir, deslicé una de las puertas y caminé hacia la espesura verde dispuesta a dar un paseo, tal vez la suave brisa y el exótico paisaje me ayudara a relajarme, enfilé hacia la derecha por azar, con el firme propósito de no alejarme demasiado de la casa, un rescate era mas que suficiente, el canto de los pájaros era arrullador, la profusión de color dominaba donde quiera que mirase, los helechos colgaban de los árboles casi hasta tocar el piso, inspiré profundamente, el aire era maravilloso, me sentí mucho mejor y me adentré un poco más, seguí caminando, mis ojos no daban crédito a lo que veían, orquídeas, mariposas, mi sonrisa se amplio al percibir no muy lejos el sonido del agua al caer, la emoción aceleró mi corazón y tiño de rosa mis mejillas, apreté el paso aunque era difícil, la vegetación era mas cerrada cuanto mas cerca sentía el agua, casi estaba convencida que era una catarata.
Aparté lentamente un pequeño arbusto que estorbaba mi visión, y allí estaba, un salto de al menos 30 metros de alto, el agua se deslizaba tranquila por encima pero caía violentamente provocando una fina llovizna multicolor hasta formar un estanque cristalino en la base, los últimos rayos de sol se filtraban entre los árboles, uniéndose a las diminutas gotas para formar un arco iris perfecto, me sentí una afortunada de poder apreciar tanta belleza, por unos segundos no fui capaz de desviar la mirada, embelesada, hasta que un movimiento captado por el rabillo del ojo robó mi atención , inmediatamente me escondí detrás del arbusto, aunque era poco lo que podía hacer por mí, apenas cubría la mitad inferior de mi cuerpo, si algún animal salvaje se acercara, yo no tendría oportunidad.
Mientras miraba inquieta alrededor, la cabeza brillante de un hombre apareció en la superficie del estanque, sentí que se me aceleraba el corazón cuando lo vi salir del agua cristalina con movimientos ágiles y seguros y quedarse de pie por un momento para sacudirse las gotas de agua del cabello cobrizo, podía apreciarlo bien ahora, su piel era blanquísima, casi marmórea, pero lo mas llamativo de ella era el sutil brillo perlado que resplandecía suavemente ,debía brillar así por la combinación de luz y agua, pensé, no sería posible de ora manera, era muy alto, de hombros anchos y cintura estrecha, esbelto pero musculoso, muy bien proporcionado, además era guapísimo, reconocí aturdida, su rostro tenia una belleza clásica, a pesar de la expresión de dureza y frialdad, su boca era un poema, labios sensuales, llenos, el inferior levemente mas grueso que el superior, la mandíbula angulosa y esa pequeña hendidura en su barbilla solo completaban el efecto total.
Era un hombre imponente, si antes había pensado en Alice como un ángel, el definitivamente me hacia pensar en un Dios, un Dios griego, ya que al igual que esas deidades, estaba absoluta y gloriosamente desnudo.
No pude pensar, no pude moverme, no pude dejar de mirar, mi cuerpo entero lo reconoció, a un nivel que jamás imaginé y que no supe manejar.
Con cada centímetro de mi cuerpo pulsando ferozmente, avancé lentamente hacia él sin poder evitarlo, era él, Edward Cullen.
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3 comentarios:

  1. me dejaste en lo mejor!jaja
    yo tambien quiero ver a edward a si!
    que reaccion tendra esward?
    espero que no la mate,besos.

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  2. por favor como es posible que nos dejes asi !!! sube otro please!! Agg Edward es mas que un Dios es todo y mucho más!! Lo amo!!

    cariños!!♥♥♥

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  3. dios como amo esta historia y porque nos dejas asi con la intriga,ademas como reaccionara Edward cuando ella este cerca....Besos...

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