Fieles lectoras

lunes, 5 de septiembre de 2011

Cegados de amor

Chicas,capitulo final de esta hermosa historia de nuestra querida Aqua.¡Disfrutenla!



Capítulo 19 La Boda
-Vamos Bella despierta date prisa, es hora- decía la duende mientras me daba pequeñas sacudidas para que despertara
-Déjame dormir un poco más- me queje ya que sabía que la duende era una exagerada y me despertaría más temprano para ayudar a arreglarme
-Vamos Bella has dormido más de la cuenta, es como si estuvieses agotada-dijo riendo la duenda haciéndome recordar lo que había pasado en la madrugada, claro que ella no lo sabía en cambio yo jamás lo iba a olvidar
-Es enserió date prisa o llegaremos tarde y no nos quedara tiempo para arreglarte bien-dijo sacando de un tirón las sabanas que me arropaban, de inmediato me llene de pánico pero me tranquilicé en segundos al recordar que antes de dormir había vuelto a poner en su lugar el sostén y las bragas, pero sin darme cuenta me había sentado en la cama y tenia presa la sabana en mis manos para evitar que esta me fuera arrebatada
Alice tan astuta como siempre frunció el ceño y en su rostro se dibujó una de esas sonrisas maliciosas mientras miraba como mi rubor comenzaba a cubrir mis mejillas
-Habla ahora Bella o lo averiguo yo-sentencio viendo en dirección al lugar donde mis manos tenían presas las sabanas, sin pensarlo dos veces mi respiración se aceleró y la vergüenza inundo todo mi cuerpo
-De que hablas Alice-dije asiéndome la desentendida y saliendo de la cama 
-Creó que iré a ducharme-le dije mientras le sonreía cuando pasaba por su lado para ir a tomar una ducha
-Bien pero créeme que me lo contaras todo.-dijo sonriendo maliciosamente mientras yo entraba al baño, cerré la puerta con llave y me desvestí para ducharme, abrí la ducha y deje que el agua caliente rodara por mi cuerpo para que me dejara una sensación agradable, de pronto las imágenes de la noche anterior comenzaron a inundar mi mente, Dios recordé cada una de sus palabras, sus gemidos su respiración pesada, sus peticiones con lujo de detalle y la temperatura de mi cuerpo comenzó a incrementar
-Que sucede contigo- me regañe mentalmente y decide tratar de alejar esas palabras y cada uno de los recuerdos de mi mente, cerré la ducha de agua caliente para que de inmediato el agua fría caerá por mi cuerpo necesitaba volver a mi temperatura normal para ir a arreglarme, cuando estuve completamente relajada y el calor dejo por completo mi cuerpo Salí de la ducha y me envolví en mi bata de baño para ir hasta la habitación donde seguramente me esperaba Alice
-Por fin te dignas en salir- se quejó pero siempre con esa sonrisa maliciosa en su rostro sabía que no se le iba a ir en todo el día y que no tenía alternativa le tendría que contar si volvía a preguntar
-Bien déjame hermosa- le dije cuando me senté en la silla frente al espejo y realmente necesitaba que hiciera su magia en mí, tenía unas enormes ojeras que tendrían que esconderse para estar lo más bella posible para mi próximamente esposo
-Muy bien- dijo ella antes de ponerse a trabajar en mi cabello y agradecí que por el momento no me volviera a preguntar por lo sucedido, estuvo como una hora secando y alisando  mi cabello, para después comenzar a hacer alguna especie de peinado, cuando sentí que se demoraba mucho en eso por lo que decidí apurarla porque si seguía con su lentitud haría esperar demasiado a Edward 
-Alice te demoras demasiado en mi peinado, cuánto tiempo tenemos para llegar a la iglesia- le dije con alegría pero con un poco de nervios, no podía creerlo en un par de horas seria la mujer más feliz del mundo porque me casaría con un hombre maravilloso y tendríamos una familia
-Bella no te preocupes nos queda un poco más de tiempo, claro que nos hubiera quedado más si Edward hubiera comprado los boletos de avión para mañana- se quejó y realmente no sabía porque era tan quejosa Edward había decidido así porque quería que pasáramos la noche de bodas en un lugar diferente y cálido como el mismo lo había llamado, cosa que me intrigaba porque no conocía ni siquiera el nombre del lugar donde pasaría mi noche de bodas y eso me ponía nerviosa y ansiosa aunque sabía que podría confiar en Edward ya que el elegiría el lugar perfecto para ambos.
-Alice podrías dejar de quejarte de Edward? Es lo único en lo que prácticamente ustedes lo dejaron participar a pesar de ser nuestra boda, sé que lo hará bien y no importa donde me lleve o cuanto se demore el vuelo en cuanto este con el todo es perfecto- le dije diciendo las últimas palabras con ansiedad y alegría
.Vamos suenas como toda una mujer enamorada a punto de casarse-bromeo haciéndome reír, pero yo no me quede atrás y le seguí el juego
-Tú crees? creí que sonaría de otra manera- le dije riendo a lo que ella se unió
-Que es tan gracioso?-pregunto la rubia mientras entraba a la habitación con su cabello arreglado en una bata de baño
-De nada solo que Bella habla como si estuviera enamorada-dijo Al entre risas a lo Rose se nos tubo que unir ahora las tres reíamos animadamente y Dios sí que se sentía bien, estaba tan feliz tan llena que si hubiese tenido oportunidad de elegir una nueva forma de vida seguramente elegiría está de nuevo
Como 30 minutos después Alice y Rose terminaban de arreglar mi cabello y maquillaban en tonos naturales mi cara, y después de haber pasado por un poco de vergüenza, lujuria, nerviosismos, ansiedad, alegría y felicidad la vergüenza volvió a visitarme una vez más cuando Alice volvió a preguntar sobre lo de esta mañana, no debí haber emocionado tanto y creer que se la había olvidado, si Dios a la pequeña duende no se le olvidaba  nada
-Y Bien me contaras o me dejaras averiguarlo?-dijo la duende mientras le daba los últimos retoques a mi peinado, a estas alturas ellas ya estaban al tanto de lo vergonzoso de la situación porque sentía arder mis mejillas y sin duda ese tono carmis las cubrían por completo
-De que me perdí?- pregunto Rose viéndome con un poco de incredulidad
-Bien veras esta mañana viene a despertar a Bella porque se nos hacía tarde y bueno ella comenzó a actuar extraña como si la hubiese encontrado haciendo algún tipo de travesura u otra cosa mala-dijo la duende con malicia y Dios o Hablaba o ellas mismas lo iban a averiguar
-Está bien les diré-dije rindiéndome
-Pero primero debemos de terminar de arreglarnos si, voy a ponerme la lencería y mientras me pongo el vestido les cuento-agregue justo cuando ellas dieron el trabajo por finalizado, me levante de la silla y fui hasta mi cama tome la ropa interior y me metí al baño, minutos después salí con la lencería bien acomodada 
-Demonios Bells te quedan genial-dijo Alice en cuanto me vio salir del baño
-No seas exagerada Alice, no es como si tú y Ross no las hayan visto. Recuerda que ustedes la eligieron-le dije con la verdad
-Si Bella, cuando estaban en la tienda y las vimos decidimos que te la teníamos que comprar pero ya puestas wouhhh se ven fenomenal- agrego como siempre de exagerada la duende
-Pero ven creo que ahora si se nos ara tarde-dijo mientras me llevaba frente al enorme closet y me dejaba frente a mi vestido de novia, con devoción y alegría lo tome entre mis manos y me lo puse lentamente para no estropearlo, antes de que Al saliera a una de las otras recamaras a vestirse termino de arreglarme el vestido y arreglo mi peinado, cuando todo estuvo en su lugar acomodado me mire  al espejo y quede impresionada me veía tan bien tan bella que no podía creerlo sin duda Al hacia magia, ni siquiera parecía que me hubiese desvelado las ojeras se escondían a la perfección, mis labios estaban bien delineados con el sutil lápiz labial que ella me había colocado el peinado que llevaba era hermoso, llevaba el pelo recogido en un gajo del cual caían pequeñas cascadas de mi cabello ondulado y entre mi cabello, iban incrustadas unas pequeñas flores en blancas.
-Bella cariño que hermosa que estas?-dijo Esme a mis espaldas antes de acercarse a abrazarme
-Ohhh mi Edward será tan feliz y afortunado- agrego mientras me estrujaba en uno de sus cálidos abrazos
-Gracias Esme- le agradecí cuando se alejo de mí
-De nada cariño, el coche vendrá en media hora aproximadamente Al ve a arreglarte nos aras demorarnos más- dijo Esme mirando a la pequeña con cautela
.Está bien Mama voy enseguida- dijo sonriéndole pero antes de marcharse de la habitación se acerco a mí para susurrarme
-Salvada, pero si no se pudo ahora me contaras más tarde-dicho esto se marcho riendo y me dejo convencida de que les tendría que contar
-Ven cariño, quiero darte un obsequio-dijo Esme sacándome de mi preocupación , le sonreí tímidamente y me fui a sentar a su lado
-Mira…-dijo mientras alzaba entre sus manos una hermosa joya y si eso era para mí no lo podría aceptar, la mire preocupadamente a lo que ella sonrió
-Era de mi madre, ella me pidió que se lo diera a la mujer que Edward eligiera para compartir su vida, ella siempre dijo que mis hijos eran especiales pero que Edward tenía una capacidad muy diferente de amar, que sabía que la mujer que el eligiera seria maravillosa y mira no se equivoco-dijo viéndome con cariño mientras que por su mejilla se deslizaba una lagrima, quería pedirle que no llorara pero sabía lo difícil que es recordar  a una madre, no quise interrumpirla y solo me dedique a escucharla hablar
-Ella y Edward eran tan unidos y se querían demasiado por eso fue que me pidió que le diera esto a la mujer que el amara de verdad, ella quería que lo tuvieras porque aun sin conocerte sabia que serias especial, esto ha estado en nuestra familia desde siempre y quiero que tu lo puedas conservar-dijo acercándose a mí para ponerme el hermoso collar
-Esme pero yo no lo puedo aceptar, esto ha estado en su familia siempre y yo no lo puedo tomar- le dije pero ella solo se dispuso a ignorar cada una de mis palabras y me coloco el collar
-Bella ahora tu eres parte de esta familia y es lo que hubiese querido siempre Mama a Edward le encantara que lleves contigo un pedacito de la persona que para él fue muy especial- dijo sonriéndome animadamente a lo que no me pude negar
-Gracias Esme esto es algo que siempre voy a cuidar- le dije cuando tome entre mis manos el hermoso collar
-Lo se.. Mama también lo sabía y por eso te lo obsequio-dijo cuándo me  volvió a abrazar, estuvimos charlando por un par de minutos hasta que Rose y Al entraron a la habitación luciendo realmente hermosas
-Se ven hermosa- les dijo Esme con alegría 
-Es cierto están despampanantes- les dije sonriéndoles con alegría
-Oh Bella no tanto como tú-dijeron las dos al mismo tiempo, y Dios estas chicas sí que estaban sincronizadas
-Ohh gracias- les agradecí de manera exagerada aunque sabía que ellas entenderían que estaba siendo sarcástica
Bueno chica creo que debemos de bajar, el auto no tarda en llegar y lamento decirles que estamos muy atrasadas- dijo Esme antes de salir de la recamara a lo que todas obedecimos y decidimos acompañarla, justo cuando bajábamos las escaleras escuchamos la bocina del auto sonar
Bien Bella es tiempo de lo que tanto esperabas me dije mentalmente antes de seguir al auto a las demás.
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Edward Pov
Las ansias me mataban ya no quería esperar más, mi prometida se demoraba y eso no me ayudaba a calmarme, ya la quería ver moría por tenerla cerca a mi lado
-Vamos Edward tranquilo las novias siempre se hacen esperar- dijo Emment mientras apretaba mi brazo como para darme ánimos 
-Si pero no crees que 20 minutos es demasiado?- le cuestione un tanto preocupado
-No Edward las chicas siempre se suelen tardar tranquilo, ya vendrá- dijo dándome un último apretón para después perderse entre la gente
Estaba muy nervioso, los invitados desde hace mucho que habían llegado al lugar y Bella aun no llegaba, sin pensarlo dos veces el pánico me comenzó a inundar y las preguntas que hace unos minutos habían quebrantado mi calma no se dejaron esperar, se abra arrepentido? Abra vuelto a pensar que no me merecía? Y no Dios por favor que eso no volviera a pasar que no vuelva a dudar de nuestro amor y que no se acompleje mas, me sentía más inquieto y quería salir del lugar a buscarla pero si mientras iba ella venia y cuando no me encontrara creyera que había querido escapar, justo cuando estos pensamientos pasaron por mi mente comenzó a sonar la marcha nupcial y me sentí feliz y aliviado eso quería decir que mi próximamente esposa pronto haría su entrada al lugar
Sin pensarlo dos veces mis ojos se posaron en la entrada de la iglesia, y al principio me desanime un poco por que las primeras que entraron por tradición al lugar, fueron las damas de honor, pero justo cuando termino de hacer su entrada Ángela, Alice, Rose, kassi, Viviana, chío, Lady y las demás, un ángel hermoso comenzó a entrar por la , se veía fenomenal mi novia sin duda era a más bella del lugar, venia enfundada en un hermoso vestido blanco que la hacía lucir tan angelical, venia tomada del brazo de Sam quien había elegido ella para que la entregara, mis ojos se fueron directamente a los suyos y en un dos por tres se comenzó a sonrojar, mi sonrisa se torció maliciosamente cuando comprendí el porqué de su sonrojo y lamente que esto fuera algo que no pudiera evitar, segundos después Sam y ella llegaron hasta el altar, el la entrego de la forma en que tantas veces lo habíamos practicado y luego se comenzó alejar del lugar, después de tomar su mano ayude a Bella a subir la última escalera para estar completamente en el altar, le sonreí tiernamente a lo que ella respondió
-Estamos reunidos hoy en este santo lugar, para unir en Matrimonio a Isabella Marie Swan y a Edward Anthony Callen- comenzó el sacerdote con la ceremonia, nos dio una pequeña charla como en toda boda normal y después se ocupó de la ceremonia de matrimonio ofialmente
-y sin ninguna interrupción es hora de que los novios digan sus votos-dijo el sacerdote dándome la palabra
-Isabella Marie Swan…. Yo Edward Anthony Cullen, te elijo a ti como mi esposa y me entrego a ti de la manera más incondicional, prometo amarte y respetarte y te prometo mi completa fidelidad, estaré a tu lado en las tristeza y en las alegría, en la salud y en la enfermedad, pero sobre todo prometo estar a tu lado hasta que mi cuerpo deje de respirar y aun así sin vida mi amor por ti vivirá toda la eternidad- dije con total sinceridad sosteniendo su mirada, quería que viera que cada una de mis palabra salían de mi boca con total sinceridad
-Edward Anthony Cullen…..Yo Isabella Marie Swan te elijo a ti como mi esposo y me entrego a ti, prometo amarte hoy y siempre y mi total fidelidad, estaré a tu lado en la salud y en la enfermedad compartiré contigo mis alegrías y mis penas y mi amor por ti también vivirá por la eternidad- dijo mientras me miraba fijamente a los ojos con estoy llenos de total felicidad, el oír sus palabras fue melodía para mis oídos y nunca las iba a olvidar, el sacerdote pidió las alianzas y Alice se dispuso a traerlas algo poco usual por que se suponía que sería un niño o una niña que las debían entregar creo que la única más cercana a una niña era AL y por eso ella las iba a entregar
-Que el señor bendiga estos anillos que van a entregarse el uno al otro en señal de amor y fidelidad-dijo el padre cuando Alice estuvo junto a nosotros con las alianzas
-Isabella recibe esta alianza en señal de mi gran amor y total fidelidad a ti-dije cuando deslizaba el anillo en el lugar que le correspondía
-Edward recibe esta alianza en señal de mi gran amor por y total fidelidad a ti-dijo ella mientras colocaba en mi dedo el anillo que nos unía
-Lo que hoy ante los ojos de Dios y que por el fue unido, que no lo separe el hombre y que perdure en la eternidad, los declaro marido y mujer –dijo mientras nos bendecía para después agregar
-Puedes besar a la novia- y con total obediencia me acerque hasta ella y tome con delicadeza su velo para evitar que cubriese su rostro, y con la mayor suavidad pero también con el mayor deseo tome sus labios con los míos y los acaricie tiernamente, mi boca saboreo la suya y en viceversa su boca era tan dulce  que su sabor lograba intoxicarme, segundos después nos separamos a regaña dientes ninguno de los dos nos queríamos alejar del otro, la ceremonia se dio por finalizada y todos los invitados se acercaron a felicitarnos para después dirigirnos  a disfrutar del banquete, pero antes de eso no pudo evitarse que cuando saliéramos por la puerta de la iglesia Alice y las demás arrojaran pétalos de rosas blancas a los novios pero gracias a Dios el auto que nos llevaría a ambos ya nos esperaba a fuera de la iglesia
-Aun no puedo creerlo soy una mujer casada- se rio Bella mientras el auto estaba en marcha a donde sería nuestra fiesta
-Pues créelo hermosa al fin eres mi esposa y eso nada ni nadie lo va a cambiar-dije antes de besar desesperadamente sus labios
-Lo sé y eso me encanta-respondió ella aun en mis labios, me aleje un de sus cálidos labios y la observe detenidamente Dios cuanto la amaba
-No sabes cuánto te Amo-le dije mirándola a los ojos para después volverla a besar y en un par de segundos nos tuvimos que separar porque el coche ya había llegado al lugar
Salí del auto y le extendí mi mano para ayudarla a salir de él, la lleve de mi mano hasta la recepción del lugar donde ya se encontraban nuestras familias y algunos de los invitados, Alice nos vio llegar y corrió a abrazarnos
-Dios no saben cómo los ehh extrañado-se burló la duende
-Bells sé que te encantara el lugar  está justo como lo habíamos elegido antes- agrego mi hermana antes de que Bella y yo entráramos al salón del hotel donde se llevaba a cabo la fiesta
-Ohhh Dios mío esto es más hermoso de lo que pensaba- dijo mi esposa con alegría y me derretí al ver su enorme sonrisa
-Te gusta?- le pregunte al oído cuando la estrechaba más a mi cuerpo
-Edward me encanta no sé si realmente esto fue lo que elegí porque Alice podría engañarme, cuando elegimos la decoración aun no veía y esto era algo que me preocupaba- dijo con devoción mientras observaba todo a su alrededor
-Lo se Bella mi hermana a veces puede ser muy exasperante- dije olvidándome por completo de la presencia de mi hermana
-Por si no se dan cuenta aún sigo aquí-dijo sacándonos la lengua juguetonamente haciéndonos reír la duende se alejó en busca de su Jasper yo en cambio me quede con mi bella esposa observando como todos l rededor la pasaban bien
Me gire para ver su rostro pero ella no se dio cuenta estaba tan absorta observando algo que pasaba durante la fiesta que no se había percatado de mi mirada, la observe detenidamente y vi un hermoso collar que se me hacía familiar descansar en su cuello, sin darme cuenta lo tome con mis manos, haciendo que con el movimiento mi bella esposa me mirara
-Esme me lo dio hoy dijo que tu Abuela quería que me lo entregará- dijo sonriéndome dulcemente, haciendo que mi corazón se engrandara de felicidad sabía que seguramente Mama le había contado la historia y por eso quise bromear un poco, la volteé para que su cuerpo quedara frente al mío y pudiera tenerla mejor entre mis brazos
-Y porque piensas que mi Abuela quería que tú lo tuvieras?-le pregunte fingiendo seriedad cosa que ella no creyó y se dedicó a responderme con alegría
-Porque ella quería que lo tuviera quien fuera tu esposa y que crees? ahora estas casado conmigo-dijo mientras alzaba su mano mostrándome la alianza
-Exactamente- le dije antes de besar sus labios con dulzura pero tuvimos que separarnos porque un carraspeó no hizo volver a la realidad
-Lamento interrumpirlos tortolos, pero ustedes tienen toda la noche para amarse y ahora hay un baile que se debe realizar- dijo Rose mirándonos con malicia, a lo que nosotros sonreímos
-Vamos los solicitan en la pista- dijo la rubia mientras nos indicaba que la siguiéramos, tome a Bella de la mano y nos adentramos entre los invitados hasta el centro del salón
-Amor ya puedo ver no es como si me voy a hacer daño-dijo mi esposa cuando vio que mi mano protectora se posaba en el lado derecho de su cadera
-Lo sé pero es algo que me gusta hacer- bromee haciéndola sonrojar, cuando estuvimos en centro del salón, los chicos de la Orquesta comenzaron a tocar un vals, deposite mi mano derecha en su cadera y con la otra tome su mano, su mano libre se posó en mi hombro derecho y ambos nos dispusimos a bailar, su  cuerpo se movía al compás de la melodía, y ella lucia realmente hermosa, pronto los demás invitados nos acompañaron en el baile y después algunos querían bailar con Bella, Papa ,Jasper , Sam y Emment fueron de los primeros invitados que bailaron con Bella y Por supuesto Rose, al Mama y Ángela bailaron conmigo.
Noche de Bodas
Pov Bella
La Ceremonia había estado increíble cada una de las palabras que Edward había dicho se sintieron tan sinceras que por un momento sentí la necesidad de llorar de felicidad, mi esposo era un hombre rotundamente hermoso y yo era una afortunada por tenerlo a mi lado, desde el primer momento en que le vi me dejo embelesada claro que ese momento ahora no se podía comparar con lo hermoso que lucía Hoy enfundado en ese traje de color Champaña que combina a la perfección con su cabello ese brillo especial que note cuando me miraba sin duda eso no podía tener ningún tipo de competencia.
La Fiesta había sido maravillosa todo en el lugar parecía como si hubiese sido sacado de una revista de una revista, todo estaba absolutamente  perfecto, es pastel era fenomenal, el Champaña estaba exquisito, la comida fue increíble y el baile me había dejado aturdida, bailar con Edward fue maravilloso estaba más que convencida que él era lo que realmente quería y que sería mi total felicidad, Carlisle fue un maravilloso bailarín también al igual que Jas, Emment no se quedaba atrás pero Dios sí que había sido insoportable tanto que sería mejor nunca más recordarlo, después de haber comido, bebido un poco de Champaña, y haber degustado de un trozo de pastel llego la hora de despedirnos, teníamos un vuelo que temor y eso era algo que no quería atrasar, Edward se había esforzado en planificar a la perfección nuestra luna de miel y eso era algo que le tenía que agradecer, sabía que él habría querido tener más participación en la planificación de nuestra boda, pero por culpa de mi operación de Alice y de Rose en lo único que pudo opinar fue en el arreglo de nuestra luna de miel, ahora solo estaba en mis manos el hacer que se la pasase bien.
Termine de vestirme ya que Alice me había obligado a cambiarme de vestido para tomar el avión no era que no fuese a cambiarme antes pero es vestido que Al había elegido para mí sí que era demasiado exótico para mi gusto y eso sin contar que cuando abrió la maleta que se encontraba en una de las habitaciones del  hotel que habían reservado para que pudiera vestirme y salir de aquí directa al aeropuerto, me dejo completamente asustada me había arrepentido de haberla dejado de encargada de mi vestuario, había más lencería que ropa para usar y toda era demasiado reveladora de encajes trasparente que prácticamente te dejaban desnuda ante la mirada, pero ahora ya no podía hacer nada la ropa ya estaba comprada y yo estaba a unos minutos de tomar un vuelo se me hacía imposible ir a mi casa por otra lencería diferente.
Despeje mi mente y Salí de la habitación para tomar el elevador sabía que Edward ya me estaba esperando y que ya había mandado a uno de los botones a que bajasen mi maleta, entre al elevador cuando las puertas de este se abrieron y apreté el botón que me llevaba al primer piso, después de unos segundos las puertas se abrieron y me dispuse a salir

Pov Edward
Bella estaba radiante enfundada en un vestido color campaña que se adhería a cada parte de su cuerpo de una forma un poco descarada pero me encantaba, esta sería una de las cosas que tendría que agradecerle a Alice, me acerque hasta ella y la tome  de su mano para ayudarla a salir por completo del elevador
-Te ves sexy- le dije al oído y Dios sí que se veía así
-Gracias- logro decir después de unos segundos
-Nos vamos?- le dije con ansias ya quería llegar al lugar donde pasaríamos nuestra luna de miel
-Si- dijo y después nos dispusimos a llegar hasta la entrada del hotel donde nos esperaban los demás para poder despedirnos, nos despedimos de todos y nos montamos al auto que nos llevaría hasta el aeropuerto
-Donde me llevas Edward Cullen sospecho que ha de ser un lugar muy largo, para que el vuelo salga a las 3 de la tarde- dijo ella con curiosidad y si que tenía razón el viaje era largo pero valdría la pena, por eso con Alice habíamos planeado la boda un poco más temprano de lo usual
-Tranquila amor sé que te va a gustar, y además aunque no quiera aun pronto vas a enterarte- le dije cuando nos bajábamos del auto 
-Edward dime la curiosidad  me mata-dijo casi actuando como Emment
-Está bien te diré –le dije mientras le indicaba con el dedo que se acercara como para decirle algo en un susurro
-Lo único que puedes saber es que esta noche no dormirás- Le dije en el oído con un poco de malicia y con la verdad esta noche no había posibilidades de que ella y yo descansáramos
-Edward- dijo ella con vergüenza y con voz pensada por lo que yo la abrace y la peque más a mi cuerpo como dándole consuelo ella estaba completamente sonrojada
-Lo siento, pero no pude evitar decirte y no te preocupes es un vuelo de casi 9 horas iremos a un lugar muy cálido y especial- le volví a decir en un susurro al oído por  lo que ella se tranquilizó y deposito un beso en mis labios al que por supuesto correspondí
Después de haber descubierto donde pasaría nuestra luna de miel y montar al avión, la obligue prácticamente a que durmiera sabía que estaba cansada y que necesitaba de esas horas para recuperarse ya que no quería que llegara agotada, estuve observándola un par de horas dormir tranquilamente mientras acariciaba cada una de sus mejías hasta que de tanta serenidad me quede profundamente dormido a su lado
-Démosle un aplauso al piloto acabamos de aterrizar exitosamente en rio de janeiro Brasil-oí que decía la voz de una mujer por los altavoces por lo que abrí mis ojos y corrobore de que no se tratase de un sueño, y me alegro darme cuenta de que era real, estábamos aun en el avión que había abordado en el lugar que pasaríamos nuestra luna de miel
-Amor, despierta-le dije al oído y después le di un beso en el cuello para que despertara
-Hermosa ya llegamos- le volví a decir cuando vi que no reaccionaba y esta vez tuve algo más que nada, se removió incomoda en el asiento solo para acomodarse como mejor se sentía ella y ya dándome por vencido de querer despertarla por la buena dije que lo aria por la traviesa
Me acerque más a su oído y antes de hacer lo que hice me asegure de que nadie nos estuviese viendo, metí mis dedos por debajo de la delicada tela del vestido sin rosar su piel aun y cuando encontré su centro lo masajee maliciosamente mientras le decía al oído que quería hacerle al amor y sin pensarlo dos veces dio un brinco en el asiento y escondió su cara en mi cuello mientras con sus manos quitaba las mías de su centro
-Edward- susurro mientras su cuerpo vibraba
-Lo siento, pero acabo de descubrir como despertarte cada vez que quiera- dije riéndome un poco
-No es gracioso Edward eso no se hace en lugares públicos- me regaño cuando se acomodaba el vestido y se ponía de pie, dejándome llevar la acompañe y me acerque hasta su oído para pedirle que me aclarase lo que quería decir
-  Cuando dices no se hace en lugares públicos quiere decir que en nuestra habitación tal vez?- le pregunte y no sabía porque pero quería provocarla quería que se des cohibiera aunque amaba la verdadera ella, la oí jadear en mi cuello y no pude evitar acercarla para que sintiera mi dureza
-Edward por Dios estamos en un avión-me dijo con  voz pesada
-Es tu culpa Bella- le dije riéndome en su cuello mientras la apretaba mas
-De acuerdo que pasa contigo hoy?-me cuestión
-Nada solo que deseo a mi esposa nada mas-le dije con sinceridad
-Okey tranquilízate porque si me haces salir fuera de este avión con tu amiguito completamente alarmado no abra noche de bodas- me dijo tratando de sonar tranquila aunque estaba completamente seria  y quería decir que sus palabras me habían enfriado pero era una mentira porque me habían excitado más
-Está bien- le dije besando nuevamente su cuello para después alejarme y tratarme de tranquilizar, minutos después cuando todo ya casi estuvo en la normalidad salimos del avión, fuimos por nuestras maletas y nos fuimos hasta otro coche que nos esperaba
-Boa Noite Sr. Cullen- me saludo Alec el chofer de para esta ocasiones de la familia
-Boa Noite Alec (buenas noches Alec)- le respondí con una sonrisa
-hablas portugués?-pregunto mi esposa sorprendida
-Portugués, Inglés, Italiano y Francés- le respondí con alegría
-Wauh tendré que oírte hablar todos esos idiomas- me dijo con una sonrisa
-Por supuesto -le dije  cuando le ayudaba a subir al auto
-Obrigado por ter vindo para nos este momento (gracias por haber venido por nosotros a esta hora)- le agradecí a Alec el venir a traernos casi a la 1 de mañana
-Nade e meu trabalho (de nada pero es mi trabajo)- dijo él con amabilidad por lo que le sonreí y me dispuse a observar a mi esposa quien desde que salimos del aeropuerto se había quedado embelesada observando la ciudad
-Como que voce ve? -Te gusta lo que ves le pregunte
-Si es hermoso- dijo sin apartar la mirada del lugar la vista era hermosa al fondo se miraba la playa y sabía que eso a ella le encantaba, minutos después Alec nos ayudaba a llevar las maletas a el Hotel donde había hecho nuestras reservaciones, le agradecí que me ayudara y luego me despedi de él para dirigirme a la recesionista
-Boa noite, eu sou o Senhor teu quarto que reserva Cullen novias-Buenas Noches soy Edward Cullen y hize una reservación para la habitación Nupcial le dije a la recepcionista del Hotel quien prácticamente me comía con la mirada
-Bem-vindo Senhor Cullen e seus arranjos estao prontos- Me dio la bienvenida la recepcionista mientras me aseguraba que mis arreglos ya estaban listo y que podía subir a mi hatacion que el equipaje lo llevarían pronto, le di las gracias y cuando me gire para ver a mi esposa ella estaba con el ceño fruncido como si se hubiese dado cuenta de algo que estaba pasando pero que yo no pude entender
-Subimos- le dije mientras la tomaba de la cintura, pero ella no apartaba la vista del lugar donde había estado la recepcionista
-Sucede algo?-le pregunte queriendo saber
-Nada solo que la recepcionista te comía con la mirada- dijo apartando la mirada del lugar para luego clavarla en el suelo
-Bella- le dije tomando la mano en la que se encontraba la alianza con la mía
-Eso no debe de afectarte Amor yo solo te amo a ti, y tu eres la única que quiero que me coma- le dije mientras la besaba con una sonrisa dibujada en mi rostro
.Ahora subamos- le dije cuando mire que uno de los chicos que se encargaba del equipaje subía el nuestro en un carrito y me pedía que lo siguiéramos, llegamos a la habitación y le pedí que dejara el equipaje al lado de la puerta sin encender la luz quería sorprender a Bella, pero claro ella no se había dado cuenta de eso aun porque no entendía el portugués y porque yo no mostraba una actitud extraña, cuando el chico se marchó me acerque a ella y la tome entre mis brazos aprovechando que la puerta de la habitación está abierta
-Que haces? me pregunto asustada y un poco sorprendida
-Cargo a mi esposa para llevarla a la recamara.-le dije volviéndole a dar un beso en sus labios para después adentrarme en la oscuridad, entre a la habitación con ella en brazos y cerré la puerta a mis espaldas, a medida que íbamos avanzando una tenue luz se adentraba en la habitación, a pesar de que el lugar parecía una casa en comparación a una habitación normal podía sentirse un poco acogedora, me fui con Bella hasta la enorme habitación y me detuve con ella aun en mis brazos en la puerta de esta, había una enorme cama con sábanas blancas y en medio de esta estaban los pétalos de rosas blancas y rojas que había mandado a pedir, y entre ellos una rosa roja hermosa, en el suelo desde la puerta de la habitación había un camino de pétalos de rosas también que llevaba directamente a la cama y la tenue luz que nos iluminaba era la luz de un par de velas que habían sido colocadas  por toda la habitación, al lado de la enorme Cama había una botella de Champaña y dos copas, un recipiente de vidrio repleto de fresas bañadas en chocolate, otro recipiente con uvas y otras futas y justo al lado de este último estaba lo más importante y lo que era indispensable esta noche si faltaba dos vendas negras que había encargado, debía de dejar una buena propina a la persona que se encargó de cumplir al pie de la letra con cada una de mis peticiones.
-Oh Edward esto….esto es hermoso- dijo mi esposa mientras recorría toda la habitación para después posar su mirada en mi
-Es Perfecto- dijo mordiéndose el labio para evitar llorar mientras que con su mano acariciaba dulcemente mi mejía
-Me alegra que te guste esto lo hice para ti,  quería que tuvieras un gran recuerdo de nuestra primera noche- dije besándola y la sujete sutilmente para dejar en el suelo sin romper el beso, la amaba tanto que no quería darle lo mejor de mí de mi existencia, de un momento a otro el beso se fue profundizando sus manos se cernían fuertemente a mi melena y mi piel comenzaba a quemar sus caricias me estimulaban a querer más, y sin perder más tiempo nos acerque hasta la cama y mis manos ansiosas buscaron recorrer su cuerpo con ansias, y Dios me éxito sentir su escote que se expandía desde su espalda hasta su espalda baja mi manos, fueron bajando lentamente las finas tiras de su vestido por sus hombros y me encanto sentir por sobre la tela como debido a mis caricias sus cimas se endurecían, una de las ventajas de no llevar sostén pensé, seguí bajando las tiritas por toda la longitud se sus brazos mientras aún seguía en sus labios la sentí alejarse un poco de mis labios rompiendo el beso y me preocupe que me fuese alejar
-Edward déjame tomar una ducha y ponerme la lencería que Alice compro- e pidió con voz pesada y no estaba loca si pensaba que después de sentir como disfrutaba haría esto esperar
-No Bella ya no aguanto más te deseo, quiero hacerte mía ya- dije volviendo a besarla y tomando de nuevo el control, tome nuevamente las tiritas del vestido para retirar este de su cuerpo por completo pero antes de hacerlo recordé lo que realmente quería hacer, trate de tranquilizarme y antes de que el vestido dejara al descubierto sus pechos y su cuerpo deje de bajar las tiras y fui hasta la mesa a traer la vendas que había pedido, volví donde Bella quien lucía ese hermoso sonrojo en su rostro y me dispuse a plantearle lo que quería hacer, volví hasta su cuello y lo bese hasta llegar a su oído
-Recuerdas que en la primera platica que tuvimos me dijiste que habían unas razones por las que a veces no extrañabas volver a ver?-le pregunte mientras mi boca acariciaba con amar su cuello ella asintió débilmente pero yo igual se lo quería recordar
-Dijiste que a veces no la extrañabas porque gracia a la falta de ella aprendiste a desarrollar tus otros sentidos, dijiste que aunque no podías ver con el sentido del tacto podías descifrar la forma y la textura de las cosas y los objetos, que el sentido de oído estaba tan desarrollado que podías escuchar los ruidos con el doble de intensidad, que con el sentido del gusto podías diferenciar los sabores sin necesidad de ver que es lo que te molestas en comer y que con el olfato había aprendido a diferencia los aromas más exquisitos que hay- le dije todo esto al oído para asegurarme de que se acordara
-Bueno quiero sentir todo eso contigo- Le dije viéndola esta vez a sus ojos y sosteniéndole la mirada
-Edward para poder vivir todo eso conmigo ambos tendríamos que estar ciegos para poder sentir las cosas de diferente manera- dijo ella viéndome con tristeza 
-Tienes razón Bella para que ambos vivamos eso juntos tendríamos que estar completamente segados y eso es lo que vamos  a hacer-le dije cuando alzaba mi mano para que ella pudiera ver las vendas
-Esta noche ambos seremos segados de amor Bella- dije tomándola de la cintura y acercándola más a mí para poder tenerla más cerca
-Entonces para eso son las vendas- dijo ella pasando saliva por su garganta
-Si hermosa y ya no quiero esperar más- le dije mientras la volvía a besar con ansiedad para después separarme un poco de ella y entregarle una de las vendas para que me la pusiera, sus manos pequeñas colocaron a la perfección la tela y después con un poco de dificultad yo le coloque la de ella.
Comencé a recorrer su cuello y deslicé mis manos por sus brazos fui bajando por su espalda hasta que me topé con las finas tiras del vestido, las tome con mis dedos y  las fui bajando por su cuerpo, pronto el vestido cayó al suelo la sensación de descubrir con mis manos la parte del cuerpo que acariciaba de Bella era una sensación exquisita, mis manos acariciaron el contorno de su cintura, sus caderas, sus suaves y delicadas piernas y pantorrillas se sentía tan bien volvía a trazar el camino desde sus pantorrillas, sus piernas, sus caderas, su cintura y al final sus pechos, la escuche jadear cuando mis dos manos acariciaron sus senos, sentí sus manos ir despojándome de mi ropa y yo me deje llevar sin demora, mis manos bajaron hasta la orilla de sus pequeñas bragas y las sacaron con ansiedad, baje hasta su entre pierna y acaricie su sexo y Dios si era cierto que el no ver y escuchar te hacía sentir las cosas con mayor intensidad, pronto yo quede desnudo ante sus manos y sus dedos recorrían mi cuerpo haciendo que la piel que ella rosara ardiera, sentí sus manos acariciar mi six pack y pronto la sentí acariciar mi vientre, sus manos bajaron lentamente y pronto rosaron mi sexo sentir sus manos rosarlo casi me hizo un desquiciado y comencé a jadear como un niño, rápidamente abandonaron mi miembro y subieron por mi pecho, mis manos aun acariciaban su sexo y de su boca se escapaban pequeños suspiros quería hacerla sentir lo mismo que yo quería que lo disfrutara, pronto la sentí humedecerse aún más y sus gemidos aumentaban a gran velocidad.
Retire mi mano del lugar y la tome de su cintura para poder depositarla en la cama y sin mirar seguí acariciándola, volví a bajar mi mano hasta su vientre y me fui directo ahí comencé a depositar pequeños besos en su vientre para después bajar a su sexo, mis labios con ansiedad besaban dulcemente sus pliegues para después apoderare de su centro húmedo e hinchado comencé a saborearla lentamente y pronto escuche sus gemidos aumentar, su cadera me embestía suavemente y mi lengua no la paraba de experimentar, su sabor era esquicito era tan dulce, que me hacía desear más, y deseando recibir más de ella le di pequeñas succiones a su centro y luego un par de mordiscos y la sentí humedecerse aún más fu recogiendo en mi boca todo lo que ella me ofrecía y seguí torturando con demasía su centro, pronto la sentí tensarse y no detuve mis caricias hasta que la sentí venirse en mi boca, haciéndola gritar y gemir, después de recoger con mi boca todo lo que ella me ofrecía, subí besando su vientre, su abdomen y bese sus senos, cuando me sacie de ellos subí por su cuello, y bese apasionadamente su boca, bese sus mejillas para después bajar a su oído.
-Te Amo Bella- le dije con todo mi corazón
-Yo también te amo Edward- dijo ella besando mi cuello
Su piel completamente desnuda expuesta bajo la mía emanando ese exquisito calor era lo más saludable para mi tacto, sin poder aguantar más y sucumbiendo al deseo tome lentamente sus piernas y me abrí paso entre ellas, me coloque con suavidad sobre ella y fui entrando lentamente en ella, pronto sentí su barrera impedirme el paso, y con todo mi amor tome sus caderas para hacer un poco de fuerza y entrar por completo en ella, la sentí apretarse más a mí y la escuche dar un fuerte gemido, se sentía tan apretada y caliente y me hacía sentirme genial, sintiéndome apretado y dándole tiempo a acostumbrarse a mi invasión me acosté sobre su abdomen y lo bese con suavidad, después de unos segundos la sentí acariciarme y sin pensarlo dos beses me volví a acomodar en su entrada la penetre nuevamente y la sentí tan apretada pero me encantaba volví a embestirla con suavidad y esta vez ambos no pudimos evitar jadear, seguí penetrándola  con devocia y ansiedad, mi cuerpo cada vez quería más, me sentí crecer más aun dentro de ella y con necesidad de sentir más bese con suavidad su abdomen y luego subí a uno de sus pechos, esto se sentía también su piel era como seda bajo el mío, sus jadeos de habían convertido en mi nueva melodía, su excitación era el mejor sabor que en mi vida hubiera probado, su aroma natural, y el de su excitación mezclada con la mía era mi nueva marca personal, ese aroma me llenaba y a la vez me hacía desear aún más, mi boca subió hasta su boca y besarla mientras la penetraba y aun con el sabor de su sexo era sensacional, seguí moviéndome sobre ella, y sin preámbulos ella incremento la velocidad de nuestras envestidas
-Edward- jadeo y Dios mi nombre viniendo de su boca sonaba fenomenal aumente mi ritmo y la penetre más duramente mientras ella gemía sabía que ella quería más, pero lo tenía que escuchar salir de su boca eso me encantaba quería sentir lo que sentí la noche anterior cuando me lo pedio por el teléfono, fui bajando la velocidad de  mis movimientos y pronto la escuche quejarse necesitada ahora ella era la que me envestía duramente y si seguía así no la escucharía pedirme lo que tanto deseaba, tome sus caderas en mis manos para detener un poco sus movimientos se movió una vez más haciéndome jadear
-Ed…Ward por favor…. No te detengas- me dijo y eso ero algo que me encanto escuchar
Me volví a mover dentro de ella y me detuve para preguntarle qué era lo que quería que hiciera
-Dime lo que quieres Bella- le dije para después morderme el labio Dios si se movía una vez mas no podría detenerme y me encargaría de hacerla llegar y venirme con ella
-Edward- volvió a jadear con mayor desesperación, al oír su desespero la volví a penetrar una vez más y le volvía a preguntar
-Edward que Bella? Dime lo quieres?- le dije sin pensar
-Ohhh quiero Mas, más de ti por favor – dijo elevando su cadera y al escucharla una vez pedirme Mas alce mi cadera y la penetre duramente, la sentí jadear pero la volví a penetrar duramente y se comenzó a mover a mi ritmo, incremente la velocidad y seguí moviéndome en ella sin piedad el oír nuestros sexos chocar el uno con el otro, el olor a las rosas que se encontraban bajo nuestros cuerpo, la combinación de nuestra excitación y el olor natural de nuestros y el hecho de no mirar, solo ser, oler y escuchar hacía del momento algo muy espéciale imposible de olvidar ambos aceleramos nuestras envestidas y en poco tiempo estuvimos a poco tiempo de llegar, sentí sus paredes apretarme  y mi miembro agrandarse más, nuestras respiraciones eran descontroladas y los gemidos y jadeos eran difíciles de acallar, me apretó aun más a ella y en pocos segundos ella se vino sobre mí y yo me derrame en ella con total saciedad.
Amaba las sensaciones que había despertado en mí mi esposa, pero amaba con tal sinceridad su manera tan tierna y exquisita de ver el mundo y enseñarme de él mucho más.
Fin!!!!
 
 

3 comentarios:

  1. Me encantó la historia, y el final en especial me pareció maravilloso...Wow que apasionado resultó ser Edward...Te felicito sigue escribiendo tus historias son excelentes...
    Un besote

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  2. Fascinante historia es una pena que se haya acabado....Me encanto....Besitos...

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  3. Una historia maravillosa desde el comienzo diferente embriagadora y llena de sentimientos y emociones desbordantes extasiada de tanta felicidad he de felicitarte por semejante historia aqua me encanto espero poder seguir disfrutando de otra pronta gracias por compartirla!! cariños♥♥♥

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