Amor que es pecado

Capitulo 14

El día paso sin mayores acontecimientos,cenamos en familia entre furtivas miradas mientras mis padres decían lo adorables que nos veíamos durmiendo los dos juntos.

Ellos no sospechaban nada,pensaban que nos habíamos convertido en dos buenos hermanos,lo que me hizo sentir una punzada de arrepentimiento por tener que ocultarles la verdad.

Pero decidí dejar eso a un lado,ya les contaríamos cuando estuviésemos preparados.

Me lave los dientes y me metí en la cama,espere hasta que el silencio invadió la casa y se hizo la oscuridad.

Al rato sentí como la puerta de mi cuarto se abría,mire hacia ella para ver a mi dios griego entrar y caminar hacia mi.

Llevaba puesto el pantalón del pijama,pero su torso bien formado y musculoso iba al descubierto haciendo que casi babeara.

Se adentro en la cama junto a mi tapándonos a ambos con las mantas,paso su brazo por debajo de mi cuerpo para acercarme hacia el y besar mi cabello. Yo me incline hacia su rostro y lo bese,desde que nuestros padres llegaron había estado esperando el momento idóneo para hacerlo.

Necesitaba sus labios,sus besos,su lengua que empezaba a adentrarse en mi boca profundizando mas el beso. Mi respiración se volvió jadeante,quería mas de el. Pase mis dedos por su pecho delineando cada uno de sus marcados músculos,el libero mis labios para dejarme respirar.

Pero no despego sus labios de mi,se dirigió hacia mi cuello besando y lamiendo cada centímetro de mi piel.

Baje mi mano y toque su miembro por encima de la tela de su pantalón,el jadeo en mi oído y mordió el lóbulo de mi oreja.

-Bella por favor,tienes que detenerte.-Susurro en mi oído.

-Te necesito Edward.-Le dije en el mismo tono.

El me giro quedando los dos tumbados de lado,me miro a los ojos y pude ver deseo en los suyos.

Sin decir nada sentí sus manos en mi cintura,levanto mi camiseta de tirantes y llevo su boca a mis pechos,lamiendo,succionando mis pezones.

Arquee la espalda y tire de su cabello con mis manos,la sensación era gloriosa y tuve que reprimir un gemido.

Mordí mi labio en un intento de mantenerme callada,estuvo un rato torturando mis pezones endurecidos por la excitación.

Mi tanga estaba mojado,lo necesitaba ahí.

Como si me hubiese leído el pensamiento adentro su mano en mis shorst y me aparto el tanga con un dedo,sus dedos me daban placer de una forma maravillosa,parecían expertos.

Toco mi botón haciéndome perder la cabeza y un gemido se escapo de entre mis labios,Edward me beso para acallar mis jadeos,saboreaba su lengua mientras disfrutaba la sensación que sus dedos en mi centro me provocaban. Mi centro palpitaba,estaba cerca del éxtasis.

Edward metió un dedo en mi cavidad mientras seguía trazando círculos en mi centro,me deje llevar por la sensación,sentir sus dedos y sus besos me llevo al limite,me agarre fuertemente a sus hombros y susurrando su nombre llegue a la cumbre.

Era mi primer orgasmo,y no se comparaba a como lo había imaginado.

Quede como cansada,con sueño.

Volví a besar a Edward,iba a adentrar mis manos en su pantalón cuando el me detuvo.

-Hoy no Bella,esta noche era para ti.-Susurro.

-Pero tu...-Me acallo poniendo un dedo sobre mis labios.

-Yo estoy bien,aunque no lo creas he disfrutado como un loco viendo como te corrías en mis dedos.-

Un furioso rubor pinto mi cara de inmediato.

-Te ves encantadora sonrojada,no te avergüences,te veías muy sexy.

No tienes que hacer nada para satisfacerme,puedo esperar.

Iremos a tu ritmo.¿De acuerdo?-

Asentí en silencio,el quería darme tiempo.

Por ahora aceptaría,ya prepararía algo para el.

Un bostezo interrumpió lo que le iba a decir.

-Duerme dulce Bella,te amo.-

Me estrecho contra el envolviéndome entre sus brazos.

-Yo también te amo.-Le dije medio dormida.

Desperté a la mañana siguiente,gire buscando a Edward por todos lados,pero me encontraba sola en el cuarto.

Entonces vi una nota sobre mi almohada.

“Amada miá,me fui temprano a mi cuarto para que nuestros padres no sospecharan,nos vemos en el desayuno. Te quiero.

P.D:Te ves preciosa mientras duermes”.

Sonreí como una boba ante sus palabras,era tan amoroso.

Recordé la noche anterior y volví a ruborizarme,le había dicho que lo necesitaba,y me hizo vivir la mejor experiencia de mi vida.

Me di una ducha rápida y me puse unos vaqueros ajustados y una blusa negra con unos zapatos negros de tacón,deje mi cabello suelto.

Aun no estaba del todo seco,y las ondas caían por mi espalda y hombros.

Me pinte los labios y me puse un poco del perfume que mama me había regalado por navidad,y baje a desayunar.

-Buenos días.-Dije entrando a la cocina y besando a mis papas.

Me senté al lado de Edward y me serví un vaso de zumo.

-¿Que tal dormiste hija?-Me pregunto mama.

-Mejor que nunca mama.-Dije con una sonrisa.

-Por tu vestimenta veo que hoy iras a la escuela.-Fue el turno de papa.

-Si-Dije mirando a ambos.-Estoy mucho mejor,no quiero perder mas clases.-

-Esta bien hija,pero si te encuentras mal,que Edward te traiga a casa de inmediato.-

Asentí en silencio y me llene un plato.

Nuestros padres se despidieron para irse a sus trabajos,recogimos la mesa y fregamos los platos.

Fui a por mi mochila y sentí sus brazos rodear mi cintura desde atrás.

-Hueles a fresias.-Dijo aspirando mi aroma.

-¿Te gusta?-

-Me encanta.-Dijo girándome para estampar sus labios contra los míos.

El beso era demandante,enseguida sentí su lengua mezclándose con la miá.

Sus besos me volvían loca,lograba que perdiera el norte.

Lleve mis manos a su cabello y lo atraje mas hacia mi,con solo un beso lo necesitaba de nuevo.

Cuando la necesidad de respirar se hizo apremiante,nos separamos.

-Te extrañe.-Me dijo descansando su frente contra la miá.

-Y yo a ti mi amor.-

-¿Por que no nos quedamos en casa?

Tengo varias cosas en mente que podríamos hacer.-

Dijo viéndome picaramente.

-Nuestros padres nos matarían,sera mejor que nos vallamos o llegaremos tarde a clases.-

Hizo un puchero,lo que me hizo sonreír.

Pero cogió mi mano y me siguió hasta su coche.

-Por cierto.-Dijo al tiempo que me abría la puerta y yo subía dentro.

-Estas preciosa.-Me dio un beso en los labios y fue hasta su sitio del coche.

Llegamos a la secundaria de Forks y estacionamos,iba a abrir la puerta para bajarme del coche cuando Edward me detuvo asiéndome del brazo.

Puso su mano en mi nuca y me llevo hacia sus labios besándome como si el mundo fuera a acabarse,me dejo extasiada y con ganas de mas.

-La mañana sera muy larga sin tus besos,ya deseo que acabe.-

-Apenas y comienza.-Dije haciendo un puchero.

-Ya pensare en algo.-Dijo guiñándome un ojo.

Me beso por ultima vez en mis cabellos y bajo del coche para después abrirme la puerta,cogí su mano un instante antes de ver a Alice y soltarle.

-Bella.¿A ocurrido algo? ¿Por que no vinisteis ayer a clases?-

Pregunto mirándonos a ambos.

-Bueno,yo me voy a clase,nos vemos luego.-

Edward se fue dejándome con Alice,sabia que estaba dejando en mis manos la elección de contarle sobre nuestra relación.

Volví mi mirada hacia mi amiga,que parecía esperar una respuesta.

-Me enferme Ali,pero ya me encuentro bien.-Dije rápido al ver que se preocupaba.

-¿Y Edward?-

-Se quedo conmigo,cuidándome.-

-Esta bien,ahora cuéntame porque el domingo llamo para preguntar si estabas conmigo.-

-Salí hasta tarde a pasear y se preocupo,nada mas.-

Me miro sugestiva,pero no añadió nada mas.

Sonó el timbre que daba comienzo a las clases,y salimos disparadas hacia el aula. Cuando nuestra clase de historia hubo acabado,recogí mis cosas para dirigirme a la siguiente,biología.

Edward me esperaba en la puerta,entramos y buscamos sitio para sentarnos,el profesor hizo su aparición,y dio comienzo la clase.

Mientras que atendía al profesor,Edward me paso una nota.

“Deseo tus labios,te amo”.

Arranque un trozo de papel de mi cuaderno y escribí.

“Te amo muchísimo,ya ansió tus besos y tus labios por mi cuello”.

Le pase la nota y el me sonrió,como deseaba poder estar a solas con el.

Entonces se me ocurrió algo,levante la mano y pregunte al profesor.

-¿Podría ir al baño?-

-Adelante Isabella.-Me concedió el maestro.

Cuando me levante de mi asiento me agarre de la mesa para sostenerme.

-Señorita Isabella.¿Se encuentra usted bien?-Pregunto el profesor.

-Un poco mareada,parece que aun me encuentro un poco febril.-

Le dije,ya que los maestros estaban al tanto de el porque faltamos a clases.

-Sera mejor que la acompañen,señor Cullen,tenga la amabilidad de acompañarla al baño,si empeora,llévela a la enfermería o a casa.-

Vi como Edward asentía y se levantaba para luego pasar su brazo por mi cintura y sacarme fuera del aula,anduvimos por el pasillo hasta la puerta de los baños.

Antes de que le diera tiempo a decir nada,lo agarre de su camisa haciéndole pasar dentro junto a mi.

Una vez dentro,beso sus labios con toda la pasión contenida.

Era una suerte que todos estuvieran en clase,por lo que los baños se encontraban vacíos.

Apoye mi espalda en la pared mientras besaba al amor de mi vida con fervor,lleve mis brazos a su cuello entrelazando mis manos por detrás,a su vez,el llevo sus manos a mi cintura.

Nos separamos para respirar un instante.

-Bella.¿No te encontrabas mal?-

Me dijo con mirada atónita,negué con la cabeza.

-Fue una excusa para poder besarte.-

-Debiste avisarme,estaba preocupado.-Me dijo con voz seria.

-Lo siento.-Dije bajando mi cabeza.

-No pretendía asustarte,pensé que seria mas convincente así.-

El llevo su mano a mi mentón,y alzo mi rostro obligándome a mirarle.

-Lo fue,y dejame decirte que me a encantado tu idea,me sorprendiste.-

-¿De verdad?-

-Aja,ya ansiaba tus besos.-

-Por eso lo hice,yo extrañaba los tuyos.-

Dije acercando mi boca a la suya de nuevo,cuando el se detuvo un momento.

-Así que...¿Te gusta sentir mi boca sobre tu cuello?-

Dijo acercando sus labios a mi cuello,besando,lamiendo...

Y olvide el momento y el lugar,no me importaba nada.

Solo eramos el y yo,solo eramos Edward y Bella.

¿Me merezco un comentario?